La Iglesia en Chile pide discernimiento responsable ante el referéndum constitucional
El domingo se vota una nueva Constitución que consagra el aborto y limita la libertad religiosa y la educativa de los padres. Los obispos y religiosos lamentan que ante los desafíos sociales del país haya prevalecido la polarización en vez de la cohesión
Los religiosos de Chile han invitado al «discernimiento, la esperanza y el compromiso» con responsabilidad, ante el referéndum sobre la nueva Constitución que se celebra este domingo. El país puso el jueves punto final a una campaña electoral de alto voltaje con distintos actos en Santiago, que congregaron sobre todo a defensores de la propuesta de nueva Constitución que se someterá el domingo al juicio de las urnas.
Al grito de «aprobar para vivir mejor», miles de personas coparon la Alameda, una de las principales avenidas de la capital. Defendían el nuevo texto, que fue elaborado durante un año por una convención de tendencia progresista y con paridad entre hombres y mujeres. En contraste, los partidarios del «rechazo» fueron apenas unos centenares, según EFE, y se congregaron en lo alto de un cerro de difícil acceso.
La nueva norma declara a Chile un Estado social de derecho, frente al Estado secundario del texto actual, y consagra derechos como salud pública y universal, educación gratuita y acceso a la vivienda y al agua. Al mismo tiempo, reconoce el aborto sin límites y abre la puerta a la eutanasia, limitando para ello la objeción de conciencia.
Apoyo de Irene Montero
Esto le ha valido el apoyo de la ministra española de Igualdad, Irene Montero, que el jueves respaldó el «apruebo» en un vídeo en redes sociales. En él, subrayaba que el proceso democrático y feminista que en el que se apoya es «un ejemplo para el mundo entero». También impone la paridad de sexos en las instituciones.
La derecha y parte de la centro izquierda votarán en contra al considerar el nuevo texto «radical». La izquierda votará a favor, aunque se ha comprometido a alcanzar un gran pacto para reformar algunos aspectos como la plurinacionalidad o los sistemas de justicia.
Distintos actos de violencia han estado empañando la recta final de la campaña. El lunes el presidente chileno, Gabriel Boric, líder de las protestas estudiantiles que han desembocado en el cambio constitucional, hizo un llamamiento a «escuchar a quien piensa distinto».
La voz de los obispos
En julio, los obispos ofrecieron una primera valoración del texto constitucional sometido a referéndum. Entonces, aplaudieron su contenido en materia de derechos sociales, ambientales y de los pueblos indígenas. Y expresaron una valoración negativa de las normas que permiten el aborto y dejan abierta la posibilidad de la eutanasia. Otras «desfiguran el concepto de la familia, limitan la libertad de los padres en la enseñanza de sus hijos», e «imponen algunas limitaciones al derecho a la educación y a la libertad religiosa». Ya en marzo, los obispos subrayaron que la inclusión del aborto «pone un obstáculo insalvable para que muchos ciudadanos den su aprobación al texto».
El 29 de agosto, la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile volvió a apelar «al sentido ético y religioso que habita en el alma de la gran mayoría de chilenos». En un comunicado, destacan que la fe en Dios es «patrimonio de nuestro país» y «fuente de unidad y solidaridad». Junto a ella, el amor al prójimo y a la patria son «las fuerzas que deben conducirnos por caminos que construyan la paz social y dejen atrás las tensiones y conflictos».
Chile necesita iniciar «caminos que permitan sanar las heridas y reparar las fracturas de nuestra convivencia nacional». El proceso constitucional de los últimos años, desde las protestas de 2019, «ha puesto de manifiesto los graves desafíos que tenemos como nación, que se han expresado en demandas sociales, políticas y económicas». Sin embargo, no se logró la cohesión que muchos deseaban.
Nueva Constitución sí, pero ¿esta?
Así, mientras en un referéndum anterior el 80 % de los chilenos mostró su deseo de cambiar la Constitución, ahora los últimos sondeos revelaron una ventaja de más de diez puntos del «rechazo». Los analistas advierten, sin embargo, que el escenario está muy abierto porque el voto es obligatorio esta vez y hay una bolsa de electores impredecible, que no acude a las urnas desde 2012.
El mensaje de los obispos invita a «seguir trabajando por el bien de Chile», «aceptando los resultados del plebiscito independientemente de la opción que obtenga más votos», «evitando cualquier tipo de violencia».
Construir puentes
También el consejo directivo de la Conferencia de Religiosos de Chile (CONFERRE) publicó el jueves una carta dirigida a todos los hermanos y hermanas para compartir algunas ideas que han guiado la reflexión en las últimas semanas. En ella, valoran que temas como el medio ambiente y el desarrollo humano integral y sostenible, presentes en la nueva Constitución, «están en el centro de las denuncias proféticas que desde hace años vienen haciendo la Iglesia y la vida religiosa latinoamericana».
Los religiosos sueñan «con un país más justo, donde el centro sea la persona humana y no una mera perspectiva económica egoísta que atente contra la dignidad y el respeto profundo por todo ser humano». Desean también que «todos, sin importar nuestra condición y nuestras ideas, colaboremos en la construcción de una sociedad más fraterna e incluyente, donde unos no abusen de otros, especialmente de los más frágiles y vulnerables».
CONFERRE afirma que «la democracia se construye desde nuestras legítimas diversidades». Por ello, pide a sus miembros, «en una realidad polarizada», ser «puentes y facilitadores del diálogo en la verdad y la justicia». Por ello rechaza cualquier forma de violencia, incluidos algunos posicionamientos en redes sociales. «Nuestra misión más profunda es la construcción del Reino, de la fraternidad, a pesar de las dificultades».