La Iglesia de Jaén recuerda la figura del beato Lolo cien años después de su nacimiento
El obispo de Jaén, monseñor Amadeo Rodríguez Magro, instó a los jóvenes durante la apertura del centenario a buscar «la ejemplaridad de Lolo, cuya existencia nunca estuvo marcado por la tristeza, sino por la alegría». Hizo «de la alegría del Evangelio un modelo a seguir»
Los que conocieron a Manuel Lozano Garrido, más conocido como Lolo, dicen que su humildad lo alejaba de toda vanagloria, reconocimiento y homenaje. Este sábado, en el día que se cumple el centenario de su nacimiento a la fe de Cristo, el beato Lolo se hubiera ruborizado ante las palabras tan bellas que durante la apertura de su centenario se han pronunciado. En ellas, el Obispo de Jaén ha resaltado la santidad de su vida; santa en palabras, en gestos y en fe, que lo convirtieron en beato hace ya una década.
Periodista, miembro de Acción Católica, adorador nocturno, acompañante y consejero, enfermo… los perfiles del beato son muchos, pero todos enraizados en Cristo Eucaristía, de donde emanaba su fuerza y su esperanza.
La celebración —presidida por monseñor Rodríguez Magro y a la que acudieron miembros de la corporación municipal de Linares; autoridades civiles y militares; miembros de Acción Católica general; la Fundación Amigos de Lolo; miembros de la Comisión del Centenario y fieles de la ciudad— comenzó a las 12:00 horas en la Basílica de Santa María de Linares, donde Garrido recibió las aguas del bautismo un día como hoy de hace 100 años.
En su homilía, el prelado jienense evocó la figura del beato subrayando ese amor de Dios que le llevó a vivir una vida de fe y de entrega a los demás a pesar de su enfermedad degenerativa y sus numerosos dolores.
«Lolo estuvo crucificado con Cristo, no solo en su enfermedad sino que vivió la santidad reflejando siempre las Bienaventuranzas». En este sentido, «fue siempre, en todas las etapas y las circunstancias, reflejo de Cristo. Fue siempre un discípulo misionero», aseguró el obispo, quien también destacó los «artículos denuncia» escritos por Garrido «en los que puso de manifiesto las injusticias que se daban en la sociedad».
Antes de concluir, monseñor Amadeo Rodríguez Magro instó a los jóvenes a buscar «la ejemplaridad de Lolo, cuya existencia nunca estuvo marcado por la tristeza, sino por la alegría». Hizo «de la alegría del Evangelio un modelo a seguir».
Actos conmemorativos del centenario
La celebración fue el pistoletazo de salida para un centenario que aspira a destacar la figura del beato de forma integral. «A veces se hace demasiado hincapié en el Lolo enfermo y, naturalmente, esa faceta nos impresiona mucho por la gravedad de su enfermedad, sus consecuencias y por la forma en que supo vivir esas circunstancias, pero Lolo es mucho más. Lolo es ejemplar desde su infancia y fue un joven que estuvo comprometido con la sociedad y con la Iglesia», aseguró el obispo de Jaén en la presentación de los actos del centenario.
Por su parte, el presidente de la Comisión del Centenario de Lolo, Raúl Contreras, explicó que durante el centenario —que concluirá el 12 de junio— se va a elaborar un manifiesto de periodistas y escritores. «Manifiesto que recogerá la importancia de la figura del beato y la vigencia de su mensaje, que recoge valores universales irrenunciables, que deben marcar la labor de quienes trabajan en el ámbito de la comunicación», subrayó.
Hasta este momento, ya son más de 100 firmas de periodistas y escritores, de un perfil muy plural, las que se han adherido al documento.
Diócesis de Jaén / Redacción