La Iglesia de Haití denuncia la incapacidad del gobierno para proteger al pueblo - Alfa y Omega

La Iglesia de Haití denuncia la incapacidad del gobierno para proteger al pueblo

En un mensaje, los obispos alertan de una violencia descontrolada. Según la ONU, en solo 9 días de julio, 471 personas han muerto, han resultado heridas o han desaparecido por la acción de las bandas criminales

Redacción
Foto: Vatican Media.

Haití está fuera de control. Las bandas criminales campan a sus anchas y siembran el terror en Puerto Príncipe o Cité du Soleil. Según la ONU, solo del 8 al 17 de julio, 3.000 personas han tenido que abandonar sus hogares para protegerse de los pandilleros y más de 470 han resultado heridas o han muerto o desaparecido por la violencia entre bandas.

El vacío de poder tras el asesinato en julio del año pasado del presidente Jovenel Moïse ha propiciado que distintas bandas de criminales se hayan hecho prácticamente con el control de algunas zonas de la capital sembrando el terror a diario entre asesinatos, secuestros y agresiones.

Lo denuncian alto y claro los obispos del país en un mensaje. Aseguran que la población se encuentra indefensa ante esta violencia generalizada y descontrolada y se muestran preocupados por el deterioro constante de la situación a la que se suma la endémica pobreza extrema y la precariedad. «El miedo, además, ha sumido a algunos en un profundo letargo, mientras otros siguen siendo cómplices de las desgracias de nuestro pueblo», dicen los prelados que además lamentan que la propia policía parezca «incapaz» de actuar.

Incluso la propia catedral provisional de la capital fue pasto de las llamas debido a un ataque provocado por estos delincuentes. Por fortuna, los bomberos consiguieron apagar a tiempo el fuego. La catedral de Puerto Príncipe se derrumbó durante el terremoto que sacudió el país en 2010.

Los obispos destacan que la población está en «situación de desamparo» y se declaran «atónitos» ante la incapacidad del gobierno «que parece totalmente desbordados por lo que está pasando».

Por ello, se preguntan por qué «el Estado no actúa, en el marco de la ley, para detener a estos delincuentes con el peso de la justicia». Los obispos además dejan en el aire otra pregunta: «¿Es imposible neutralizar a quienes abastecen de armas y munición o es que de esta situación se benefician algunas personas intocables?». Unas armas que los delincuentes tienen de sobra mientras que las fuerzas del orden carecen de todo tipo de recursos, denuncia la Conferencia Episcopal Haitiana.

Por último, en su mensaje los obispos invitan a «exigir la intervención inmediata de las autoridades estatales encargadas del bienestar de los ciudadanos». Es urgente trabajar cuanto antes para desarmar a las bandas: «Ha llegado el momento de despertar de nuestro letargo, de decir con todas nuestras fuerzas: ¡No a la inseguridad!».