La Iglesia continúa ayudando a los afectados por el volcán de La Palma cuatro años después

Ha ocurrido lo que todos sospechaban que ocurriría. El revuelo social, político y mediático tras la erupción del volcán Tajogaite, en la isla de La Palma, se ha apagado casi por completo. ¿Quién se acuerda hoy de los afectados por el volcán? La respuesta es: la Iglesia. En concreto, Cáritas Diocesana de Tenerife, que continúa, cuatro años después, atendiendo y acompañando a quienes lo perdieron todo.

En la erupción que empezó aquel 19 de septiembre de 2021 la lava del Tajogaite afectó a 7.000 personas personas en la isla después de arrasar más de 2.600 edificaciones y casi un centenar de kilómetros de carreteras. Pero frente al desastre, la solidaridad.

Hasta la fecha, Cáritas Diocesana de Tenerife ha registrado más de 4.000 atenciones. La entidad ha ayudado a 1.300 familias y a 3.500 personas, entre ellas 725 menores. Los fondos proceden de la campaña de emergencia y solidaridad con la isla que Cáritas lanzó.

Pero no son prestaciones pasadas. Hay familias que son atendidas periódicamente y siguen siendo acompañadas actualmente por la institución. A todas ellas se les han sumado últimamente un grupo de personas que han acudido a la entidad caritativa de la Iglesia por primera vez debido a la insuficiencia de las ayudas estatales.

Cuatro millones de inversión

Hasta la fecha, Cáritas Diocesana de Tenerife ha invertido más de cuatro millones en la construcción de nuevas primeras viviendas, reformas de las casas parcialmente afectadas y compra de mobiliario y enseres. También ha entregado ayudas al alquiler y atención básica.

Además, se mantiene una línea de orientación e intermediación laboral, con espacios para la formación y mejora de la empleabilidad. De igual modo, sigue en funcionamiento el Centro de Escucha San Camilo La Palma, que ofrece un servicio de atención y acompañamiento a personas que están pasando por una crisis personal o familiar.

Una tercera línea de actuación del proyecto es el programa de acompañamiento a la soledad en personas mayores, Activa2, que actualmente se desarrolla ya en los municipios de Tazacorte, Los Llanos de Aridane y el barrio de Las Manchas, en El Paso. Dicho proyecto, explica Europa Press, trata de ofrecer un espacio de acompañamiento, escucha y cuidado a personas afectadas por la erupción, generando redes de apoyo.

Por último, y en coordinación con varias entidades públicas, Cáritas sigue acompañando a un grupo de familias alojadas en una vivienda cedida por la diócesis, personas que se encontraban en riesgo de extrema vulnerabilidad por la problemática existente en la isla en materia de vivienda.