La Iglesia colombiana se felicita por el nuevo acuerdo de paz con las FARC

Lejos de igualar aquella pomposa ceremonia celebrada en Cartagena de Indias el pasado 26 de setiembre, esta vez el tono fue el otro y el color que sobreabundó no fue el blanco, pero no por ello el evento fue menos elocuente.

La firma del nuevo acuerdo -anunciado el pasado 11 de noviembre con la inclusión de propuestas de los partidarios del NO en el plebiscito de pasado 2 de octubre- se realizó en el Teatro Colón de Bogotá. Participaron de la ceremonia e hicieron uso de la palabra el presidente Juan Manuel Santos y el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, «Timochenko», además de víctimas del conflicto armado, embajadores, expresidentes y otras autoridades.

«Reiteramos nuestra solidaridad con las víctimas», expresó «Timochenko» durante su discurso.

Por su parte, Santos recordó que, durante 40 días, tras la victoria del «no» en el plebiscito, se escucharon las opiniones de todos los colombianos, y el resultado es este nuevo acuerdo, con ajustes con respecto al original, que hoy fue sellado.

«Debo agradecer los aportes que hicieron las víctimas, la Iglesia, los sindicatos, las comunidades indígenas (…) y tantos otros sectores con los que hablamos», indicó Santos.

«Logramos parar el desangre y que no haya más víctimas», prosiguió. «Todas las armas de las FARC estarán en manos de las Naciones Unidas», puntualizó Santos.

El nuevo acuerdo de paz pasará al Congreso de la República para ser refrendado, aspecto que también ha sido criticado por quienes han expresado oposición al proceso.

Complacencia y esperanza

La Iglesia católica, a pocas horas de la firma de este nuevo acuerdo, emitió un comunicado expresando complacencia y esperanza en su implementación, según indicó el propio presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Augusto Castro Quiroga.

«Valoramos que estos meses se hayan convertido en un momento de escucha y de diálogo en torno a las expresiones del pueblo colombiano sobre cuanto se pactó en La Habana», expresa el documento de la CEC.

Los obispos también señalaron el deseo de que la paz sea cimentada sobre la familia. «Ha sido ella la que ha padecido directamente los rigores de la violencia en todas sus formas», agrega el comunicado.

Pablo Cesio / Aleteia.org