La Iglesia canaria ve con preocupación que «los menores migrantes vuelvan a ser un arma arrojadiza»
En conversación con Alfa y Omega, el delegado de Migraciones de Tenerife valora como «oportuno» el real decreto aprobado este martes por el Consejo de Ministros, pero pide «mayor altura de miras»
Tras el parón veraniego, el Consejo de Ministros ha aprobado este martes uno de los reales decretos más esperados que concreta la capacidad del sistema de protección y el reparto de los menores no acompañados a las diferentes comunidades autónomas.
Según la resolución, que ha entrado en vigor este miércoles a partir de su publicación en el Boletín Oficial del Estado, el Gobierno establece en toda España la cifra de 32 plazas para los niños y adolescentes migrantes no acompañados por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, también puntualiza que las comunidades y ciudades que multipliquen por tres esta capacidad podrán pedir que se declare la situación de contingencia migratoria extraordinaria en esos territorios. Esto significa que se activará la redistribución de esos chicos hacia otras comunidades menos saturadas, y que tendrá que realizarse en un plazo de 15 días.
Mientras que algunas comunidades autónomas protestan por los cupos de acogida que indica el Gobierno, la Iglesia canaria ve «con preocupación y tristeza» que los menores vuelvan a ser utilizados «como arma política arrojadiza». Aun así, «nos parece muy oportuno que por fin se haya llegado a concretar de alguna manera este sistema de reparto para afrontar la realidad de este fenómeno», señala Jesús Alberto González, delegado de Migraciones de la diócesis de Tenerife en conversación con Alfa y Omega.
Además, recuerda la necesidad de cambiar la narrativa de odio con la que muchas veces se habla de estos menores, también desde las bancadas políticas. «Existen experiencias positivas con ellos. Aquí en la diócesis, por ejemplo, se les acompaña, se les forma y terminan integrándose en la sociedad con un trabajo y una red de familia y amigos». Por eso, pide «mayor altura de miras en lo político» porque si los centros de menores canarias siguen masificados, tampoco se les puede acompañar debidamente. «Aprovechemos esta posibilidad de gente joven, con ganas de aprender, de trabajar e integrarse», apunta González.
Uno de los ejemplos de abordaje integral es el que está haciendo al Iglesia en España, «aunque también en todo el mundo con los mensajes tanto del Papa Francisco como de León XIV» a través de los Corredores de Hospitalidad, que el delegado de Migraciones afirma que «son una forma de demostrar que se pueden dar respuestas que apuesten por las personas desde lo comunitario».
Con la aprobación de este real decreto, y dependiendo de la capacidad con la que cuente cada comunidad autónoma se calcula que, por ejemplo, 677 chavales vayan a Andalucía, 647 a Madrid o 571 a la Comunidad Valenciana. Al margen de esas cifras, el delegado de Migraciones de Tenerife pide que se aborde este tema «de una manera lógica y natural, poniéndole cariño y voluntad».