La Iglesia ante el caso de las niñas Anna y Olivia: «¡Cuánto dolor ante este crimen!»
La diócesis de Tenerife pide que se redoble la lucha contra la «doblemente atroz» violencia vicaria, la que agrede a los hijos para dañar a la madre
El caso de las pequeñas Anna y Olivia, que desaparecieron con su padre el pasado 27 de abril, se acerca a su desenlace cumpliéndose los peores presagios. Este jueves por la tarde, la Guardia Civil encontró en el mar los restos mortales de Olivia, la hija mayor de Beatriz, mientras se siguen buscando los de su hermana Anna. Un suceso que la Iglesia «condena» y por el que manifiesta su «dolor y pesar».
«¡Cuánto dolor ante este crimen! No hemos podido contener los lamentos y llantos de amargura. Beatriz, la madre, pero también hoy todos, lloramos a su hija», comienza el comunicado del obispo, Bernardo Álvarez, y de toda la diócesis de Tenerife.
Además, recoge que se «hace necesario redoblar el trabajo para erradicar la violencia» y cita, en concreto, para luchar contra la violencia vicaria —la utilización de la agresión a los hijos para dañar a las madres—, «esa violencia doblemente atroz».
Tras citar unas palabras de Jeremías en el que se recoge el lamento de Raquel, que llora a sus hijos y no quiere ser consolada porque ya no existen, recoge el comentario que el Papa Francisco hace de ellas: «Este rechazo del consuelo expresa la profundidad de nuestro dolor y la amargura de nuestro llanto. Ante la pérdida de su hija, una madre no puede aceptar palabras o gestos de consuelo, nunca capaces de aliviar el dolor de una herida que no puede y no quiere cicatrizar».
En este sentido, afirma que para hablar de esperanza en estas circunstancias «se necesita compartir la desesperación». «Para enjugar una lágrima del rostro de quien sufre, es necesario unir a su llanto el nuestro. Solo así, nuestras palabras podrán dar un poco de esperanza», añade el texto.
Y concluye con una reflexión, también de Francisco, sobre el sinsentido del dolor y el sufrimiento de los niños: «Solo si miramos el amor con que Dios da a su hijo, que ofrece su vida por nosotros, se puede indicar algún camino de consuelo».
Por otra parte, han sido varios los prelados los que han reaccionado a este trágico suceso a través de las redes sociales. Es el caso del arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, que ha dicho que «duelen» las noticias que llegan de las pequeñas Anna y Olivia, al tiempo que asegura su oración por la familia.
También el obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, ha escrito un mensaje pidiendo oración para las dos niñas, «dos ángeles inocentes» y recurriendo a la Virgen María para que «sea consuelo de esa madre, que no está sola».