La Iglesia en Alemania perdió un número récord de fieles en 2022
1,3 millones de personas dejaron de declararse católicos o evangélicos. Muchos católicos «no quieren apoyar económicamente a esta Iglesia que se separa de Roma», asegura la exmiembro del Camino Sinodal Dorothea Schmidt
«No tengo conocimiento de ninguna estadística que muestre que alguien haya regresado a la Iglesia debido al Camino Sinodal». Lo aseguraba a Alfa y Omega la periodista alemana Dorothea Schmidt hace unas semanas, con motivo de la última sesión del Camino Sinodal alemán, que se saldó entre otras cosas con la decisión de pedir a los obispos que permitan bendecir a las parejas homosexuales. «Al contrario, la han dejado muchas más personas que antes». Unas semanas antes, Schmidt y otras tres mujeres miembros del Camino Sinodal habían anunciado su dimisión.
Su afirmación se vio confirmada la semana pasada, al saberse que tanto la Iglesia católica como la evangélica perdieron en 2022 un total de 1,3 millones de feligreses, un récord histórico para ambas. Esto equivale a un 3 % de sus miembros. Así se desprende de un estudio publicado por el Instituto de la Economía Alemana de Colonia, tal como recoge EFE. El dato se basa en las personas que han contribuido al impuesto eclesiástico. En el país germano, las personas afiliadas a una comunidad religiosa pagan un impuesto específico que se destina a ella. Por ello, han de declarar su afiliación religiosa ante la Administración.
La cantidad recaudada por este gravamen en 2022 asciende a 13.000 millones de euros, 200 millones más que el año anterior. Sin embargo este dato es engañoso, según el estudio. Este impuesto está ligado al de la renta, explica. Y mientras que los ingresos por este último aumentaron un 4,5 %, los del impuesto eclesiástico solo lo hicieron un 1,5 %.
Además de los feligreses que han dejado de pagar este impuesto —que en algunos casos es requisito para recibir los sacramentos—, el estudio afirma que «las iglesias contaron significativamente más muertes que bautismos y reingresos combinados». En los últimos 20 años, el número de miembros de las iglesias se ha reducido en una cuarta parte, hasta alrededor de 40 millones.
Los liberales protestantes pierden más
Los últimos datos ponen en duda las afirmaciones de la jerarquía católica alemana, que justifica las decisiones del Camino Sinodal contrarias al magisterio desde el deseo de evitar el abandono de más feligreses. Ya Schmidt advertía de que la Iglesia evangélica, que «tiene mujeres pastoras y agenda LGTBQ», no resulta más atractiva. Al contrario, «en los últimos 30 años ha perdido casi el doble de miembros que la católica». Cree más bien que que se aluda a estas cuestiones para justificar el alejamiento de la Iglesia solo significa que «muchos necesitan una razón para irse», aunque la decisión venga de tiempo atrás.
Otros se van «precisamente» por la permisividad moral de la Iglesia, o «porque no se llevan bien» con su comunidad o sus responsables. Ante la deriva del Camino Sinodal, ahora pronostica que los católicos fieles a Roma y a la enseñanza de la Iglesia «no renunciarán a la comunidad religiosa».
De hecho, «hay muchos oasis espirituales, también en nuestro país; lugares donde la fe florece, las iglesias están llenas y muchos jóvenes tratan de seguir a Jesús en la vida cotidiana, y con mucha alegría, con paz, con caridad». Pero muchos feligreses se dan de baja del impuesto eclesiástico porque «ya no quieren apoyar económicamente a esta Iglesia que deliberadamente se separa de Roma y de la Iglesia universal».
El informe del Instituto de la Economía Alemana de Colonia alerta de que la situación no va a hacer sino empeorar para las iglesias, y les aconseja comenzar a ahorrar y reducir gastos. También por razones demográficas. En los próximos años, la generación del llamado babyboom llegará a la jubilación, con lo que pagarán menos impuestos. Según una proyección, los ingresos reales de las iglesias serán en 2027 un 4 % menores que en 2022 y un 11 % menores que en 2019.