La gitana que escribió al Papa: «En algunas parroquias nos han cerrado las puertas»
Maravillas Echeverría revela a Alfa y Omega los verdaderos motivos por los que escribió una carta al Papa Francisco
Pocas horas después de que la periodista Eva Fernández le entregara la carta de Maravillas Echeverría al Papa, la gitana pamplonica reconoce a Alfa y Omega que el principal motivo para escribir a Francisco era «invitarle a España». La idea es emular en nuestro país el encuentro de gitanos que hubo en Roma, aquel en el que Francisco rememoró el famoso «vosotros estáis en el corazón de la Iglesia» de Pablo VI. «Francisco nos marcó profundamente. Pudimos saludarle personalmente, darle las gracias y entregarle una biblia», apunta Ana Montserrat, miembro de la Pastoral Gitana de Pamplona.
Pero «también quería contarle en la carta —continúa Echeverría— cómo nos sentimos los gitanos en la Iglesia». A nivel diocesano y nacional «tenemos un gran apoyo». «Nos reunimos una vez al mes en la sede que la diócesis nos dio en el seminario de Pamplona». Los problemas surgen a nivel local, «en las parroquias, donde muchas veces nos cierran las puertas para celebrar una Misa». El portazo «muchas veces provoca que la gente se pase a otras confesiones» cristianas donde la fe y su cultura se conjugan con el mismo verbo.
Para Montserrat, esta forma de actuar de algunos católicos «es completamente contraria al ser propio de la Iglesia», que debe «amparar a todos, que es madre y que si tiene que destacar en algo es en la acogida, en la búsqueda de los que están más alejados». Y continúa: «No podemos echar a nadie porque tenga un modo distinto del habitual de expresar la fe». Al contrario, deberíamos «gitanizar un poco más la Iglesia».
Agentes de Pastoral Gitana
Con este mismo objetivo, Maravillas Echeverría y otros cinco miembros de la Pastoral Gitana de Pamplona —todos gitanos y un solo payo (Ana Montserrat)— iniciarán en el mes de octubre el Curso de Agentes de Pastoral Gitana que ofrece la Conferencia Episcopal Española través de la Universidad Pontificia de Salamanca. «La idea es que nos formemos para poder formar y evangelizar a otros. Es decir, gitanos evangelizando a gitanos», explica Echeverría.
El inicio de este curso supone un salto cualitativo para la autora de la carta del Papa, que si bien procede de una familia católica, hace tan solo dos años no estaba tan implicada en la Iglesia. «No había tantas oportunidades como ahora y estábamos todos menos concienciados», asegura. «A través de la pastoral, poco a poco fui dándome cuenta de la importancia de estar en la iglesia y de evangelizar a los otros», concluye.