La futbolista afgana que ha cambiado la cultura de un país
La vida de Kahlida Popal siempre ha estado vinculada al fútbol, a través del cual ha conseguido romper en su país, Afganistán, con la cultura dominante que relega a la mujer a la condición de sierva del hombre. Por eso se rebeló cuando le dijeron que no podía jugar el fútbol y lo hizo. Sufrió ataques, insultos… pero a ella le dio igual. No desesperó y siguió luchando. Fue la fundadora de la selección nacional de fútbol femenino de Afganistán y también su capitana, así como la primera mujer en trabajar en la Federación Afgana de Fútbol. Se convirtió en referente para la igualdad de la mujer en el país. Todo ello le granjeó amenazas de muerte que finalmente la obligaron a abandonar el país y asilarse en Dinamarca, gracias a la firma de ropa deportiva que la apoyaba, que era danesa.
Kahlida Popal acaba de participar en Barcelona en la primera edición de Cruïlla Talks, un espacio de debate y reflexión sobre temas globales que se celebra en paralelo con el festival de música del mismo nombre. «Cuando nos atacaron por primera vez por jugar al fútbol podía haberlo dejado, pero escogí no hacerlo. Más aún, me propuse cambiar la cultura del país. Al principio éramos otra chica y yo, y ahora hay una liga femenina, un equipo nacional, jugadoras, entrenadoras y árbitros internacionales», afirma.
Luego se propuso entrar en las estructuras del fútbol afgano y también lo consiguió. Le encargaron la dirección financiera de la federación porque dijeron que «ella no iba a robar como los hombres». Tras su nombramiento, muchos hombres pasaron cinco meses sin cobrar con tal de no recibir el dinero de una mujer.
El último logro de Khalida, que ha fundado la ONG Girl Power, fue destapar casos de abusos a niñas y adolescentes futbolistas en la federación de fútbol y concienciar a la sociedad sobre la necesidad de hablar cuando se sufren agresiones de este tipo, un tema tabú y silenciado en Afganistán. Popal levantó la voz y se hizo escuchar en la FIFA, que inició una investigación que acabó con el presidente de la federación detenido. «El deporte tiene mucho poder para contar lo que sucede», concluye.