La francesa Marie Rivier será santa y el español Andrés Garrido Perales, venerable
El Papa ha aprobado el milagro atribuido a la intercesión de la fundadora de las Hermanas de la Presentación de María, y el que hará beata a la religiosa del Cottolengo María Carola Cecchin
El Papa Francisco ha aprobado este lunes el decreto que reconoce el milagro atribuido a la beata francesa Marie Rivier, fundadora de las Hermanas de la Presentación de María. Así, hace posible su canonización. Rivier nació en Montpezat-sous-Bauzon en 1768 y murió en Bourg-Saint-Andéol en 1838.
Desde pequeña su vida estuvo marcada por el sufrimiento. A los 16 meses, se cayó de la cama y se lesionó la cadera, lo que le causó graves problemas en el crecimiento. Durante años no pudo caminar, y se movía arrastrándose sobre su espalda. Solo en 1774 logró levantarse con ayuda de unas muletas, y dos años después, a los 8 años, recuperarse del todo.
Esta experiencia hizo nacer en ella el deseo de consagrarse a Dios. Pidió entrar en la Congregación de las Hermanas de Notre Dame de Pradelles pero, debido a su salud, no se la consideró apta, informa Vatican News.
Curación en Filipinas
Decidió entonces abrir una escuela y dedicarse al cuidado de los enfermos y los pobres. Cuando estalló la Revolución Francesa, se trasladó a Thueyts, donde reunió a algunas mujeres jóvenes. A pesar de que los revolucionarios cerraron las órdenes religiosas, el 21 de noviembre de 1796 nacía su pequeña comunidad, aprobada oficialmente cinco años después.
En pocos años, abrió 46 casas, antes de morir en 1838. San Juan Pablo II la beatificó el 23 de mayo de 1982. Pronto será canonizada, al atribuirse a su intercesión la curación de una niña recién nacida con hidropesía embriofetal no inmunológica generalizada temprana, que se produjo en 2015 en Filipinas.
El Papa también ha aprobado el milagro que hará posible la beatificación de la italiana María Carola Cecchin (1877-1925), de las Hermanas de San José Bendito del Cottolengo. Y ha reconocido las virtudes heroicas de cuatro siervos de Dios, entre ellos el mercedario español Andrés Garrido Perales.
El Pare Presentat
Garrido Perales nació el 29 de noviembre de 1663 en Vallada (Valencia) y murió el 23 de febrero de 1728 en Játiva. Se le conocía popularmente como «Pare Presentat», una denominación con la que en la Orden de la Merced se designaba a un lector o catedrático de Teología para que la Orden le concediera el título de Maestro en Teología.
Al clausurarse en 2012 la fase diocesana de su causa de canonización, presidida por el entonces arzobispo de Valencia Carlos Osoro, el delegado para las Causas de los Santos, Ramón Fita, subrayó cómo el mercedario ya «gozó durante su vida de una aureola de santidad y son muchas las personas que se han visto favorecidas por alguna gracia física, moral o espiritual por su intercesión».
Según sus biógrafos, Garrido «se entregó de lleno al sagrado ministerio en el púlpito y en el confesionario, en las visitas a las cárceles y a los hospitales, en su apostolado por los campos y tugurios de pobres y de gitanos». Además, «los más pobres y necesitados fueron el anhelo de su inflamado espíritu hasta el fin de sus días».
Tres siglos de fama de santidad
En Vallada, explican desde la localidad a EFE, la intervención del Pare Presentat fue decisiva en la culminación de las obras del templo parroquial. También se recuerda su labor para enseñar el catecismo a los niños.
Seis años después de su muerte comenzaron las averiguaciones para recoger testimonios de su vida y virtudes. El resultado fue custodiado en el archivo del convento de la Merced de Játiva, hasta que desapareció en la exclaustración de 1835. En 1925 se reanudó el proceso, y en 1935 sus restos tenían que ser trasladados de Játiva a Vallada, pero las autoridades de la primera lo impidieron.
Finalmente, en 1942 Játiva y su comarca «se vieron conmocionados por una prodigiosa curación obrada por intercesión del religioso y esto dio pie para retomar su causa», añadió Fita. Este posible milagro también ha llegado ya a Roma después de que médicos valencianos lo analizaran y calificaran como inexplicable.