La familia, clave de la Misión Madrid. Una gran vocación

Poco a poco, están cobrando forma las actividades de evangelización de Misión Madrid. La delegación de Pastoral familiar de la archidiócesis madrileña ya ha presentado su contribución a esta iniciativa de evangelización, con un planteamiento de fondo: «Hay que evangelizar la familia. La familia es el primer lugar en el que se conoce que Dios es amor y el ámbito adecuado para que la fe se haga vida. Queremos hacer conscientes a las familias de su misión en la transmisión de la fe», explica don Fernando Simón, Delegado episcopal de Pastoral familiar.

Lo más novedoso de Misión Madrid en relación con la familia tiene que ver con los Centros de Orientación Familiar diocesanos (COF). «Vamos a dar un paso de calidad en las actividades de los COF —explica don Fernando—, y vamos a crear, al menos, cuatro nuevos COF. A todos les daremos una estructura definida, con profesionales bien formados. Y se va a llevar a cabo una campaña publicitaria, con un objetivo claro: que todos los fieles sepan que la Iglesia les acompaña en todos los problemas familiares que puedan tener: crisis matrimoniales, dificultades con los hijos, problemas relacionados con la vida, etc., y donde pueden recibir formación para la paternidad responsable, cursos de educación afectivo sexual, o para crecer en la vida familiar y matrimonial». En el marco de la Misión Madrid, se va a insistir en la identidad evangelizadora de los COF: «No se trata sólo de tener psicólogos o terapeutas expertos en familia, sino que, además, queremos volver a la gracia del sacramento, a la presencia de Cristo que sana las heridas y los problemas. Más allá de una familia sana y estructurada, los COF buscan que la familia sea santa. Es algo clave: que todos los que acudan a los COF renueven su encuentro con Jesucristo», concluye.

Oración y formación

Misión Madrid traerá más novedades en relación a la familia: la delegación está preparando unos materiales de tipo catequético sobre La familia y la transmisión de la fe, que se repartirán en parroquias, asociaciones y movimientos. Y se va a crear una estructura provida netamente diocesana, que impregne la pastoral ordinaria de las parroquias, con cuatro dimensiones: grupos de oración provida parroquiales; materiales de formación en asuntos de bioética y que se distribuirán también en los templos; una labor asistencial de acompañamiento a embarazadas con problemas; y el Proyecto Raquel, ya funcionando, de ayuda a las mujeres víctimas del aborto.

Para fomentar la oración en la familia, se va a organizar un Icono peregrino de la Sagrada Familia, que irá por los hogares de las familias madrileñas. Asimismo, en el marco de la Jornada por la vida del mes de abril, se va a organizar un sencillo congreso para presentar la acción provida eclesial, Vigilias de adoración eucarística en diversos templos y un concurso para fomentar la cultura provida en los colegios.

Y hay más: una Jornada de Familia, un sábado del mes de junio, con actividades para jóvenes, padres y niños; una posible peregrinación a la basílica de la Sagrada Familia, de Barcelona; una renovada página web de la delegación de Pastoral familiar, con numerosos materiales y recursos de apoyo a la familia, que verá la luz muy pronto; y la participación en la ya tradicional Misa de las Familias, que este año tendrá lugar el domingo 30 de diciembre y estará orientada específicamente a la nueva evangelización.

Y, ya para el curso 2013-2014, los esfuerzos se van a centrar en los cursillos de preparación al matrimonio. Como señala don Fernando Simón, «ya hay un equipo actualizando todo el temario que se da a los novios; y se va a dar una dimensión misionera, de primer anuncio, pues muchos novios llegan a los cursillos alejados de la Iglesia, y se les ofrecerá empezar un proceso de fe al que incorporarse después de la celebración del sacramento. Se van a unificar criterios y doctrina, dando una formación específica a los monitores que dan los cursos. Y todo ello se va a apoyar con un Itinerario de fe para novios, chicos en la veintena, con un proceso de noviazgo largo vinculado a un recorrido de fe. Todo ello servirá para que novios, esposos y padres puedan darse cuenta de la grandeza de la vocación al amor, a la que son llamados».