«La discusión no es migración sí o no, sino personas con derechos o en la clandestinidad»
La iniciativa legislativa popular que busca la regularización de casi medio millón de migrantes da su primer paso en el Congreso de los Diputados. Por el momento, solo el PSOE y VOX se oponen frontalmente
La iniciativa legislativa popular que busca la regularización de casi medio millón de migrantes en nuestro país ha dado un nuevo paso adelante. Después de que el pasado mes de diciembre presentara más de 600.000 firmas, sus promotores presentaron este jueves en la Comisión de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones las razones por las cuales los grupos parlamentarios deben apoyarla.
Los tres portavoces —Lamine Sarr, del sindicato de vendedores ambulantes de Barcelona; Gonzalo Fanjul, investigador de porCausa; y Yolanda Edith Espínola, de la asociación SEDOAC— coincidieron en destacar que fue un acontecimiento histórico para las personas migrantes en España. «Estamos aquí con voz propia para exponer nuestra demanda y apelar a vuestra responsabilidad política», dijo Sarr en su intervención inicial. Una voz que respaldan las más de 600.000 personas que han apoyado la iniciativa con su firma y los 83 ayuntamientos —Barcelona, Valencia, Santiago, entre otros— que han aprobado mociones favorables.
También quiso poner rostro a las personas que se beneficiarían de esta medida: hombres y mujeres que viven en situación de precariedad, familias con niños, temporeros que viven en infraviviendas, empleadas del hogar, vendedores ambulantes… «Las personas migrantes no somos cifras. No queremos ser moneda de cambio en un año electoral, sino partícipes del diseño de las políticas migratorias».
Son, continuó Espínola, «mujeres que libran un día al mes o solo unas pocas horas, para quien formarse es un lujo». Por eso, subrayó la necesidad de que se respeten sus derechos humanos con independencia del estatus migratorio. «La ley de extranjería nos deshumaniza, nos criminaliza y nos persigue. Nos encierra y nos expulsa. La discusión no es migración sí o no, sino personas con derechos o en la clandestinidad», sentenció.
Por su parte, Fanjul expuso las cinco razones que justifican una regularización extraordinaria en estos momentos. «Es un desafío demasiado grande para ser ignorado», dijo en primer lugar. A renglón seguido explicó que «es lo más decente que puede hacer una sociedad democrática». Y lo es, continuó, porque «la irregularidad dispara la exposición a la pobreza», que en el caso de los niños es especialmente grave. Teniendo en cuenta que hay 124.000 menores en esta situación, manifestó que es imposible luchar contra la pobreza infantil sin afrontar la irregularidad.
También hay argumentos más utilitaristas. Por ejemplo, el impacto fiscal y económico es positivo: «La migración no viene a repartirse una tarta, sino a incrementar el tamaño de la tarta». De hecho, se calcula que cada migrante regularizado aportaría a las arcas del Estado unos 3.250 euros al año. Las últimas razones que tener en cuenta son la seguridad sanitaria y el hecho de que nuestro país ya vivió nueve regularizaciones extraordinarias, la última hace casi 20 años.
Ante estos argumentos, las opiniones de los distintos grupos parlamentarios fueron diversas. Hay quien apoya sin fisuras la iniciativa, quien quiere hablar o quien se posiciona en contra. «Mi impresión fue más positiva de lo que pensaba. Lo que quedó claro es que, a excepción del PSOE y VOX, todo el mundo está dispuesto a negociar», reconoció Fanjul en conversación con Alfa y Omega.
En este sentido, advirtió al PSOE de que si se descuida puede encontrarse votando en contra de la ILP junto a VOX. «Como trasladamos al PP y Ciudadanos, este es un desafío de todos, no sobra nadie y se llega por puertas diferentes. Tengo confianza en que va a salir adelante», sentenció.