La diócesis de Bilbao anima a donar un día de salario a los que más sufren la pandemia - Alfa y Omega

La diócesis de Bilbao anima a donar un día de salario a los que más sufren la pandemia

Pide a los fieles que hagan este gesto en el marco de la próxima Jornada Mundial de los Pobres

Redacción

La diócesis de Bilbao ha propuesto donar un día de salario ante la IV Jornada Mundial de los Pobres, con el objetivo de compartirlo con las personas «especialmente golpeadas» por la crisis de la COVID-19 y que «más están sufriendo en este tiempo de pandemia».

Según ha informado en un comunicado recogido por Europa Press, por cuarto año consecutivo, la Iglesia celebrará el próximo 15 de noviembre la IV Jornada Mundial de los Pobres, respondiendo al llamamiento realizado por el Papa. Una cita ante la que la Iglesia vizcaína ha respondido con dos gestos públicos.

El primero, al que se adhirieron varios centros educativos, consistió en la participación de los escolares en algunos talleres. En el segundo encuentro, dirigido a las comunidades parroquiales y las instituciones, se organizó una comida intercultural multitudinaria.

Este año, con motivo de la situación sanitaria, la diócesis de Bilbao ha adaptado el gesto a la realidad presente. Por una parte, los días previos a la jornada se realizarán unos murales que se colocarán en los pórticos de las iglesias o por los municipios, en los que se escribirán algunos compromisos concretos que impliquen «tender la mano al pobre», tal y como se pide en el mensaje de este año. Por otra parte, se solicita donar un día de salario y compartirlo con las personas que más están sufriendo en este tiempo de pandemia. Esto es, con las personas especialmente golpeadas por la crisis, personas sin hogar, desempleadas, migrantes, mayores sin recursos, enfermas y personas de los países del sur.

Desde esta diócesis vasca reconocen que «si bien es cierto que la acción de la Iglesia durante la pandemia ha sido muy importante», se necesita «seguir dando respuesta a la crisis sanitaria, social y económica que vivimos». Por esta razón, proponen compartir un día del salario con «las personas especialmente golpeadas por la crisis, personas sin hogar, desempleadas, migrantes, mayores sin recursos, enfermas y personas de los países del sur».

Cada unidad pastoral tendrá que hacer la propuesta a los fieles, recoger los donativos y, finalmente, decidir el proyecto que se va a a apoyar con lo recaudado.