La dignidad inalterable

Mientras la eutanasia avanza en varios países del mundo con nuevos supuestos y Reino Unido confirma la legalidad de abortar a no nacidos con síndrome de Down hasta el momento del parto, el Papa Francisco ha vuelto a recordar que «cualquier condición de discapacidad —temporal, adquirida o permanente— no modifica de ninguna manera nuestra naturaleza de hijos del único Padre ni altera nuestra dignidad».

En su mensaje para el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, celebrado el pasado sábado, 3 de diciembre, el Sucesor de Pedro reitera que «el Señor nos ama a todos con el mismo amor tierno, paternal e incondicional» y alienta a las sociedades a acoger la fragilidad.

Como señalan las propias personas con discapacidad en la síntesis de sus trabajos sinodales, «sin vulnerabilidad, sin límites, sin obstáculos que superar, no habría verdadera humanidad». Solo haciendo nuestra esta vulnerabilidad derribaremos barreras, eliminaremos discriminaciones y construiremos, de verdad, un mundo más humano. Solo así pondremos fin a esta espiral en la que parece que cada vez más vidas valen menos.