La DANA, el volcán de La Palma, los incendios o la trata… «la Iglesia se queda» junto a los vulnerables

Tras la presentación de la Memoria de la Iglesia este jueves por la mañana a los medios de comunicación, la Conferencia Episcopal Española ha celebrado esta tarde la gala de presentación del documento, un acto que ha contado con un invitado especial, el nuevo nuncio en España, Piero Pioppo, que ha sido recibido por los presentes con un aplauso.

El diplomático no ha querido faltar a una cita -celebrada en la Fundación Pablo VI- en la que la CEE ha dado cuenta de toda la actividad realizada por la Iglesia en el año 2024. Unos datos, sin embargo, «que no recogen toda la realidad eclesial, sino una muestra de todo lo que se hace. Es una especie de resumen», ha explicado al comienzo de la gala el secretario general de la CEE, César García Magán, que ha pedido tener en cuenta que «detrás de esos números hay personas que son quienes dan vida y espíritu y carne a estas cifras que también hay que presentar».

Ayuda continua

Una de las personas que ha dado vida a la memoria ha sido Carmen, la coordinadora del centro de escucha a los afectados por el volcán de La Palma. Una iniciativa que sigue en marcha a pesar de que el Tajogaite erupcionó en 2021 y que demuestra, como ha dicho la presentadora de la gala, que «la Iglesia se queda». No se va de los lugares donde hay personas vulnerables.

Durante su intervención, Carmen -cuya casa también se vio afectada por por la lava- ha reivindicado «la escucha, la empatía y el no juicio» a la hora de atender a los afectados. En concreto, ha recordado a la primera chica que ayudó, «una mejicana que tuvo que cerrar su restaurante a raíz de la erupción y que luego fue abandonada por su marido. La carga emocional que llevaba encima era muy fuerte».

Dana e incendios estivales

En la gala también se ha puesto el foco en la labor de la Iglesia ante la DANA y los incendios forestales que asolaron varios puntos de la geografía española este verano. Uno de los más afectados fue Galicia, concretamente Orense, donde la agresividad del fuego y su extensión hizo que los medios anti incendios se quedaran cortos.

«La Guardia Civil me reconoció que donde estábamos iba a arder todo porque no había medios suficientes para extinguir todos los focos», ha recordado Óscar Martínez, sacerdote en la zona de Verín, que ha recordado la valiente actuación de los vecinos para salvar la parroquia de Retorta. «Enseguida se organizaron. Cada uno aportó los medios de los que disponía en casa y juntos trabajaron para que la Iglesia no se quemara».

A continuación, la gala se ha trasladado telemáticamente hasta Valencia, a Benetúser, donde los responsables de la Fundación Altius han explicado lo que todavía siguen haciendo allí tras el paso de la DANA. «Todavía hay mucho sufrimiento y dolor, pero también agradecimiento a la Iglesia. La gente sabe que no les vamos a abandonar», ha dicho el responsable de la fundación. «Hemos podido reunirnos una a una con más de 1.000 familias que todavía necesitan apoyo material y sentirse consolados».

Trata de personas

Por último, han intervenido Neus, trabajadora social, y el hermano Christian, de la Fundación Cruz Blanca, que han reflexionado sobre el proyecto social de la Iglesia española con motivo del Jubileo 2025: la atención a las víctimas de trata.

«Tenemos proyectos de acercamiento a entornos vulnerables. Vamos a pisos de prostitución, a clubs, y lo que hacemos es habar con ellos, conocer sus necesidades y les presentamos nuestros recursos. Queremos romper el aislamiento en el que están y que conozcan una posible salida a su situación. Y cuando dan el paso, estamos a su lado para darles la mano y acompañarles», ha explicado la trabajadora social.

Por su parte, el hermano Christian ha abordado la trata de hombres. «Es más desconocida. Normalmente pesamos en mujeres y en prostitución, pero la trata es mucho más amplia. Como la trata laboral, hombres que son forzados a trabajar en agricultura, o gente obligada a vender droga o a mendigar», ha concluido el hermano que ha asegurado que «el 40 % de las víctimas de trata son hombres y niños».