La COVID-19 aumenta en más de 100 millones el número de personas que padecen hambre - Alfa y Omega

La COVID-19 aumenta en más de 100 millones el número de personas que padecen hambre

El coronavirus «amenaza con echar abajo una década de avances frente a la pobreza», alertan desde Manos Unidas

Redacción
Foto: ESCAES / Manos Unidas

El Día Mundial de la Alimentación y el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, que se celebrarán el 16 y 17 de octubre respectivamente, vienen en esta ocasión marcados por «la crisis sanitaria, económica y social desatada por el coronavirus», que «amenaza con echar abajo una década de avances frente a la pobreza», explica Encarni Escobar, del área de Proyectos de Manos Unidas. «La pérdida de ingresos, los frágiles sistemas de protección social y el aumento de los precios están afectando mayormente a las personas más vulnerables y están empujando al hambre a poblaciones que antes estaban a salvo».

La amenaza se hace concreta en poblaciones como la de Perú, donde «el confinamiento y el cierre de los mercados mayores ha hecho mucho daño a las familias campesinas», denuncia María del Carmen Parrado, coordinadora de ESCAES, socio local de Manos Unidas en el país. «Los precios de los productos agrícolas bajaron y, con ellos, los ingresos con los que cuentan para subsistir».

En Mzimba, Malaui, el coronavirus trajo el confinamiento, lo que supuso una estocada mortal para una economía basada en «un pequeño comercio de trueque en el que el valor de cambio es un saco de maíz», explica Beatriz Hernáez, responsable de proyectos de Manos Unidas en Malaui. Por esta razón, un juez levantó el encierro decretado por el Gobierno que impedía a las familias los intercambios locales. La situación del país ante la pandemia preocupa especialmente a Manos Unidas porque Malaui tiene «una de las densidades de población más altas en África, un sistema sanitario muy débil y una población migrante en pleno retorno desde Sudáfrica».

Lo que sucedió, sin embargo, en Badibahal, India, fue que «el cierre de los circuitos comerciales provocó la pérdida de la práctica totalidad de la cosecha de primavera, a excepción de lo poco que los campesinos pudieron vender puerta a puerta». Este fue su único método de supervivencia, relata la hermana Shanti Priyal, del Centro de Desarrollo Social Bethany, socio local de Manos Unidas, debido a que «los pequeños campesinos apenas están accediendo a las ayudas del Gobierno, han perdido el dinero invertido en sus cultivos y no están pudiendo devolver los préstamos contraídos con los propietarios de tierras».

100 millones más de personas con hambre

Pero Manos Unidas no solo ha puesto rostro a esta crisis, también ha cifrado el hambre en el mundo en tiempos de coronavirus. A los 690 millones de personas que habitualmente padecen hambre en el mundo, se les suman ahora entre 83 y 132 millones de personas, según estimaciones del último informe publicado por la FAO.

Ante este aumento, en Manos Unidas hablan de tres retos en la lucha contra el hambre. El primero es «garantizar el acceso a alimentos inocuos, nutritivos y suficientes, muchos de los cuales se pueden obtener a través de la agricultura familiar sostenible. El segundo reto trata de «conseguir que las organizaciones locales sean cada vez más fuertes y estables para que reivindiquen y defiendan sus derechos». De lo contrario, «sería pan para hoy y hambre para mañana». Y por último, el más importante y complejo de los tres retos, sería «transformar nuestros estilos de vida y consumo para que sean una auténtica vacuna contra el hambre y la pobreza».