La «correa de transmisión» con la que el Papa dirigirá la Iglesia tras recibir el alta
Francisco deberá guardar aun dos meses de reposo, por lo que se espera que se apoye en sus colaboradores más cercanos
A pesar de haber sido dado de alta, los médicos le han prescrito al Papa un reposo de dos meses. El equipo que atiende la salud de Francisco no quiere correr riesgos de un contagio después de que el Santo Padre haya pasado 38 días hospitalizado por problemas respiratorios en el hospital Gemelli.
De esta forma, su apartamento en la casa Santa Marta ha sido equipado con material y mobiliario adecuado para cualquier emergencia y estará asistido las 24 horas del día por médicos y enfermeras, aseguran los medios italianos recabados por la agencia EFE.
En este nuevo contexto, la agenda del Pontífice empieza a recibir los primeros compromisos, aunque todavía está por ver cómo se llevarán a cabo. Por ejemplo, el 8 de abril está prevista la visita del rey Carlos de Inglaterra a Roma. La idea original era una recepción por parte del Papa, pero ahora no se tiene claro si será él mismo o delegará esta tarea en el secretario de Estado, Pietro Parolin.
Otros actos previstos, tal y como subraya Cristina Cabrejas de la agencia EFE, son: el Jubileo de los misioneros de la misericordia, del 28 al 30 de marzo; el de los enfermos, el 5 y 6 de abril, los ritos de la Semana Santa y la canonización del joven Carlos Acutis el 27 de abril, en la que se espera la participación de decenas de miles de personas. Por último, está el viaje a Nicea, en Turquía, el 24 de mayo, «aunque nadie cree que se pueda realizar».
Correo de transmisión
Más allá de su asistencia en actos o recepciones, otra de las dudas que surgen en el momento actual es cómo se va a organizar para seguir gobernando la Iglesia desde Santa Marta. Según el diario Il Messaggero, «Francisco podría recurrir a una especie de correa de transmisión para distribuir órdenes y medidas».
El diario romano también asegura que el Santo Padre se rodeará de los cardenales más cercanos como el secretario general del Sínodo, Mario Grech; el prefecto del Dicasterio para los Obispos, Robert Francis Prevost, y su compatriota Víctor Manuel Fernández, prefecto de Doctrina de la Fe; y que el Consejo de Cardenales, el conocido como C9, podría tener una nueva misión.