La Conferencia Episcopal se despide de Álvarez: «Tenía una sensibilidad extraordinaria» - Alfa y Omega

La Conferencia Episcopal se despide de Álvarez: «Tenía una sensibilidad extraordinaria»

El presidente y el director de la Comisión para Laicos, Familia y Vida o el expresidente de la Conferencia Episcopal recuerdan al obispo auxiliar de Madrid José Antonio Álvarez. «La noticia nos ha caído a todos como un jarro de agua fría»

José Calderero de Aldecoa
José Antonio Álvarez en el jubileo
José Antonio Álvarez en el jubileo.

La Conferencia Episcopal Española, de la que José Antonio Álvarez formaba parte, se ha querido despedir del obispo auxiliar de Madrid, fallecido este lunes a los 50 años. Álvarez formaba parte de la Comisión para Laicos, Familia y Vida. Su presidente, Carlos Escribano, que también es arzobispo de Zaragoza, recuerda la «gran inquietud por los jóvenes» que tenía.

«Se había integrado perfectamente en la subcomisión. La verdad es que vamos a notar mucho su pérdida, porque era un hombre entregado y con una gran iniciativa a la hora de llevar adelante las tareas que se nos encomendaban y que le encomendábamos también a él con los jóvenes», asegura el arzobispo en unas declaraciones a las que ha tenido acceso Alfa y Omega.

Escribano también coincidió con José Antonio Álvarez «en una tarea preciosa», como él mismo la define. Cuando el primero fue consiliario nacional de Manos Unidas, el segundo actuaba de viceconsiliario. «Descubrí en él a un hombre con una sensibilidad extraordinaria, con una capacidad de ver los problemas y de alentar las tareas de trabajo con los pobres que eran realmente admirables».

«Totalmente ilusionado»

Por su parte, el director de la Comisión para Laicos, Familia y Vida, Luis Manuel Romero, reconoce que se ha quedado «en situación de shock» cuando se ha enterado de la noticia. «Ha sido una sorpresa grande. Totalmente inesperada» porque «era una persona joven y muy entregada a su ministerio», asegura en conversación con Alfa y Omega. «La noticia nos ha caído a todos como un jarro de agua fría».

Sobre su trabajo en la comisión, Romero asegura que el obispo auxiliar de Madrid «estaba totalmente ilusionado y entregado». Dentro de sus cometidos, «le apasionaba especialmente el trabajo con los jóvenes, así que él dentro de la comisión estaba más dedicado a esta tarea». De hecho, el jueves 2 de octubre comienza un encuentro de delegados de Pastoral de Juventud en Guadix y él iba a ir y participar. «Es verdad que como obispo su servicio era a toda la Iglesia, pero de una forma especial él se sentía llamado a la pastoral de Juventud y a anunciar y animar a los jóvenes en este ámbito», concluye.

Más obispos y diócesis

Además de la CEE como institución, otros obispos y diócesis han transmitido su pésame por la muerte de José Antonio Álvarez. La diócesis de Getafe se manifestaba en estos términos a través de X: «Queremos expresar nuestra tristeza por el fallecimiento de mons. José Antonio Álvarez Sánchez, obispo auxiliar de Madrid, a causa de un infarto. Desde esta diócesis vecina, oramos por su alma, sus familiares y amigos y toda la comunidad diocesana».

El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, expresidente de la CEE, ha escrito lo siguiente: «Esta madrugada ha muerto Mons. José Antonio Álvarez Sánchez, obispo auxiliar de Madrid. Que el Señor le acoja en su gloria y conceda consuelo a familiares, amigos y a toda la Iglesia de Madrid. Unidos en oración».

Por su parte, Luis Ángel de las Heras, obispo de León, ha señalado: «Nuestro más sentido pésame y nuestra oración por su eterno descanso y por la Iglesia de Madrid desde la Iglesia de León».

Asimismo, Jesús Vidal, que tantos años trabajó codo con codo con José Antonio Álvarez, ha manifestado a través de X su profunda tristeza: «Ante el repentino fallecimiento de mons. D. José Antonio Álvarez, comparto mi más profunda tristeza, lleno al mismo tiempo de la esperanza en que participe ya del abrazo de Ntro. Señor, al que tanto amó en su vida terrena. Me uno al dolor de la archidiócesis de Madrid, en la que hemos compartido tantas misiones. Es una gran pérdida, y confío en que junto al Señor y a Nuestra Madre, Nuestra Señora de la Almudena, no dejará de interceder por nosotros para que el amor de Dios siga llegando a todos. Envío mi más profunda condolencia a su madre y a toda su familia. Descanse en Paz».