El Vaticano crea un fondo para la atención de víctimas de abusos en países pobres
Es una de las decisiones de la asamblea plenaria de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, que se reunió la semana pasada en Roma
La Asamblea Plenaria de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores concluyó este sábado 6 de mayo con la presentación de una batería de medidas que aspiran a mejorar el trabajo de la Iglesia contra los abusos sexuales en su seno. Una labor que recibió un duro varapalo del Papa Francisco, quien, si bien reconoció la labor hecha por la Comisión para convertir a la Iglesia en un lugar cada vez más seguro para todos, denunció «la incapacidad de actuar adecuadamente para detener este mal y asistir a sus víctimas».
En primer lugar, la Comisión para la Protección de Menores aprobó un nuevo Marco de Orientación Universal para este ámbito que aspira a «centrarse en las políticas de salvaguarda de toda la Iglesia», según ha informado Vatican News. Las nuevas directrices estarán disponibles a partir del 31 de mayo, pero antes de su aprobación definitiva, a finales de año, se someterán al escrutinio de diferentes líderes eclesiales y de los grupos de víctimas.
Asimismo, la Comisión ha creado un fondo, con aportaciones de las Conferencias Episcopales, para «garantizar un mayor acceso a la formación y la asistencia a las víctimas, sus familias y las comunidades de las zonas más pobres del mundo». El objetivo es paliar la situación de los países más pobres, «donde las víctimas sufren en silencio porque no tienen recursos para denunciar y obtener ayuda». El fondo, al que han bautizado como Memorare, ya cuenta con un programa piloto desarrollado en la Iglesia de Ruanda.
Por otro lado, el organismo vaticano ha firmado un acuerdo con la Fundación GHR, de Estados Unidos, para la creación de un grupo de consultores regionales expertos en la materia; y otro con el Dicasterio para la Evangelización, «con el fin de promover los objetivos de protección a través del trabajo de la oficina vaticana que supervisa la vida de la Iglesia en más de la mitad del territorio mundial».
La Pontificia Comisión para la Protección de Menores, por último, ha revisado el Informe Anual sobre Políticas y Procedimientos de Salvaguarda en la Iglesia con el objetivo de estudiar los cambios necesarios para que «las necesidades de las víctimas y los supervivientes puedan ser priorizadas y abordadas en los mecanismos de información de la Iglesia».
La adecuación de todas estas directrices en las iglesias locales será evaluada, según Vatican News, con una herramienta de auditoría en la que ya se está trabajando. Asimismo, un plan estratégico quinquenal identificará objetivos, metas e indicadores de rendimiento para medir los progresos y responsabilizar a las partes interesadas».