La CEE ve «actitudes valiosas» en la postura de los obispos catalanes sobre los indultos - Alfa y Omega

La CEE ve «actitudes valiosas» en la postura de los obispos catalanes sobre los indultos

La Comisión Permanente, que ha dedicado hora y media al asunto durante su reunión, insiste en el diálogo, la aplicación de la ley, el respeto a la justicia y en romper con actitudes inamovibles

Fran Otero
El secretario general de la CEE, Luis Argüello, comparece antes los medios de comunicación tras la reunión de la Comisión Permanente. Foto: CEE

Hora y media. Este fue el tiempo durante que los obispos españoles, reunidos en la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), dedicaron a conversar sobre la cuestión de los indultos a los políticos catalanes presos por sedición y malversación por el denominado procés. Un diálogo, según ha explicado en rueda de prensa el portavoz episcopal, Luis Argüello, en el cada obispo ha podido ofrecer la visión que tiene «desde su contexto» y con acentos distintos, y que se resume en un respaldo a la postura fijada por los obispos catalanes en una nota publicada la semana pasada.

«La llamada que los obispos catalanes hacen al diálogo, a la aplicación de la ley, a la justicia, a romper con actitudes inamovibles nos parecen actitudes valiosas y que, seguramente, para crear el clima en el que estas actitudes inamovibles puedan removerse es necesaria alguna manera de cultivo de la amistad civil, de la fraternidad», ha afirmado el también secretario general de la CEE y obispo auxiliar de Valladolid.

En este sentido, Argüello ha profundizado en algunos aspectos como el diálogo, del que ha dicho que debe «incorporar la escucha del otro» para que no sea vacío; la verdad «de una fecunda historia compartida» y de la «insatisfacción de un gran número de catalanes»; o la humildad, que, «traducida en categoría política, pide respeto al ordenamiento jurídico en su conjunto». «Los obispos catalanes nos dicen que es necesario algo más que la aplicación de la ley, pero dicen que es necesaria la aplicación de la ley. Es necesario el perdón, pero respetando la ley», ha añadido.

Tras explicar que lo que han hecho los obispos que forman la Comisión Permanente de la CEE ha sido «un ejercicio de comunión», reitera su posición a favor del diálogo, la ley, la eliminación de actitudes inamovibles y de la amistad civil y la fraternidad.

Visita ad limina y abusos

Al margen de la cuestión de los indultos, el secretario general de la CEE ha anunciado que entre diciembre y enero próximos, los obispos españoles acudirán a Roma para realizar la preceptiva visita ad limina para informar al Papa sobre el estado de las diócesis y que se suelen celebrar cada cinco años. La última de los obispos españoles fue en 2014.

Del mismo modo, ha informado de que el próximo 15 de septiembre se ha convocado a todos los responsables diocesanos de atención a víctimas de abusos para una reunión conjunta, una vez fue creado en abril el servicio de asesoramiento para las oficinas diocesanas para la protección de menores y la prevención de abusos.

Preguntado por la carta de la ONU en la que se acusa a la Iglesia de obstruir los procesos, Argüello la ha tildado de «injusta» y ha añadido que duda de que en el mundo haya una organización que «esté siendo tan mirada con lupa y que esté dando una respuesta tanto a nivel global y nacional» como la Iglesia. «Bienvenidas sean las comunicaciones que nos espoleen para mejorar. Estamos haciendo un camino e intentando dar respuesta en el orden de la prevención, de la colaboración con las autoridades civiles y de la atención a las víctimas», ha completado.

Bienes inmuebles

Por otra parte, el portavoz episcopal ha manifestado su disconformidad con que, tal y como recoge el anteproyecto de Ley de Patrimonio Histórico Español que pretende prohibir a la Iglesia la venta de Bienes de Interés Cultural (BIC). «Me sorprendería solo los BIC de la Iglesia fueran inalienables», ha apuntado, para, a renglón seguido, añadir que entonces el compromiso del Estado en su mantenimiento debería ser mayor.

«No creo que haya obispos que piensen en vender su catedral, pero no podemos dejar de reconocer que en la España vacía, donde la población es muy escasa, hay montones de edificios. La Iglesia y la sociedad española tenemos un problema. Nuestro deseo es de colaboración», ha concluido.