La CEE reorienta la pastoral vocacional y ya trabaja en un congreso nacional
«En la Iglesia, cuando hablamos de vocación, no solo es meterse a cura o a monja, sino que también hablamos de vocación al laicado y al matrimonio y la familia», ha dicho Luis Argüello durante la presentación a los medios del nuevo Servicio de Pastoral Vocacional
La Conferencia Episcopal Española quiere reorientar la pastoral vocacional y ha lanzado un nuevo servicio en este ámbito en coordinación con las Obras Misionales Pontificias (OMP), la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) y la Conferencia Española de Institutos Seculares (CEDIS). La idea es que esta deje de estar entendida, en el imaginario de la sociedad, como algo destinado exclusivamente a los sacerdotes o las religiosas, y que se genere una cultura vocacional en todos los fieles.
«En la Iglesia, cuando hablamos de vocación, no solo es meterse a cura o a monja, sino que también hablamos de vocación al laicado y al matrimonio y la familia», ha explicado el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, que será el coordinador del servicio.
Este proyecto estará formado las comisiones de Clero y Seminarios; Vida Consagrada; Laicos, Familia y Vida, y Misiones, así como por OMP, CONFER y CEDIS. Todos ellos trabajarán conjuntamente «en la sensibilización, formación y en la organización de las habituales campañas en el ámbito vocacional», ha explicado Argüello. El objetivo es ayudar a los fieles «a caer en la cuenta de que todos hemos sido llamados por el Señor», ya sea al laicado, al matrimonio, al sacerdocio o a la vida consagrada.
Asimismo, el nuevo servicio está trabajando ya en la organización de un nuevo congreso vocacional, que ahondará en esta idea de la vida entendida como vocación y que tendrá un formato similar al Congreso de Laicos. «Al igual que este último, la idea no es hacer un acto puntual, sino que se inicie un proceso de sensibilización que vaya implantando esta cultura vocacional», ha subrayado Luis Manuel Romero, secretario de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida.
La esperanza de la CEE es que cuando esta idea se vaya asentando, crezcan las vocaciones al matrimonio y la familia y, como consecuencia de ello, las vocaciones de especial consagración, como son el sacerdocio o la vida consagrada, «surjan como fruta madura» —según ha dicho Argüello— y se recuperen de la dinámica descendente en la que se encuentran.
Cabe recordar que en la actualidad tan solo hay 974 jóvenes en España que se preparan para recibir el sacramento del Orden sacerdotal. Se trata de la peor cifra desde que hay registros. Un situación en la que ha influido, según explicó en su momento la Subcomisión Episcopal para los Seminarios, «la secularización y la falta de compromiso por parte de no pocos jóvenes, que también se reflejan en otros datos estadísticos, como el número decreciente de matrimonios, tanto civiles como eclesiásticos».
El Congreso Nacional de Vocaciones todavía no está fijado en el calendario, pero la CEE está trabajando para que se pueda desarrollar en el curso 2024/2025. «En la próxima Asamblea Plenaria del mes de noviembre tenemos la encomienda de llevar un borrador de lo que podría ser el evento», ha apuntado Luis Argüello.
Hasta entonces, el nuevo servicio está trabajando en otros cometidos más inmediatos, como la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y la Jornada de Vocaciones Nativas, que se celebrarán de forma conjunta el próximo domingo 30 de abril bajo el lema Ponte en camino. No esperes más. «Hemos querido ir en línea con el planteamiento de la JMJ, cuyo lema es Y María se levantó y se puso en camino sin demora», ha concluido Luis Manuel Romero.
Los obispos españoles han salido esta mañana de la sede de la CEE, donde celebran del 17 al 21 de abril la 121 Asamblea Plenaria, en peregrinación a la colegiata de San Isidro. Allí han participado, a las 12:00 horas, en la Misa del peregrino con motivo del Año Santo en honor al patrono de Madrid, en el 400 aniversario de su canonización.
Durante la homilía, el arzobispo de Madrid, el cardenal Osoro, ha dado las gracias a los obispos por acercarse al templo donde se custodia el cuerpo incorrupto del patrono de Madrid. «Fue el amor al otro lo que hizo de san Isidro un santo del pueblo» y es que «el amor mueve a buscar lo mejor para la vida del otro, no excluye a nadie, construye una fraternidad y nos abre a todos», ha destacado el también vicepresidente de la CEE.