«La catequesis no puede ser como una hora de clase, es una experiencia viva de fe»
El Papa recibe a los participantes en el Congreso Internacional de Catequesis, entre ellos, 99 españoles
«Jamás se cansen de ser catequistas. No de dar lección de catequesis, esto no. Ofrecer. La catequesis no puede ser como una hora de clase, sino que es una experiencia viva de la fe». El Papa Francisco recibió al final de la mañana de este sábado en el Aula Pablo VI a unos 1.400 catequistas llegados de todo el mundo —99 desde España— para el tercer Congreso Internacional de Catequesis. A todos ellos les agradeció su «compromiso por la transmisión de la fe», que es una importante «responsabilidad» hacia los niños, jóvenes y adultos que «piden hacer un camino de fe», informa Salvatore Cernuzio en Vatican News.
Lo que llevan a cabo los catequistas en la comunidad cristiana es, en efecto, un «gran papel». Por este motivo, el 10 de mayo de 2021, con el motu proprio Antiquum ministerium, el Papa instituyó formalmente el «ministerio» del catequista. Un reconocimiento a «la presencia» de los laicos que, en virtud del bautismo, colaboran en el servicio de la evangelización en un mundo que ve «la imposición de una cultura globalizada».
También el año pasado, el Santo Padre había introducido un rito específico por el que todos los obispos del mundo, a partir del 1 de enero de 2022, pueden instituir a los catequistas durante una celebración litúrgica. También esto es un signo para conferir mayor dignidad a quienes tienen este cargo que, tal como dijo el Pontífice en numerosas ocasiones, no es un trabajo sino una «vocación».
Una vocación que concierne a todos los creyentes, incluidos los obispos, los sacerdotes, los consagrados y las consagradas, «porque el Señor nos llama a todos a hacer resonar su Evangelio en el corazón de cada persona», señaló el Pontífice en su discurso. Y destacó que le gusta mucho «la cita de los miércoles», la audiencia general, «cuando cada semana me encuentro con tantas personas que viene a participar en la catequesis».
«No se cansen de ser catequistas»
Se trata de un entusiasmo que el Papa Francisco espera que no se pierda: «Por favor, no se cansen nunca de ser catequistas». Ciertamente —subrayó— hay que encontrar los mejores medios para que la comunicación de la fe sea «adecuada» a la edad y a la preparación de las personas que escuchan. Pero, sobre todo, es decisivo «el encuentro personal que tenemos con cada uno de ellos», porque eso «abre el corazón para recibir el primer anuncio y desear crecer en la vida cristiana con el mismo dinamismo que permite la catequesis».
Por último, el Papa Francisco dijo que está seguro de que «este camino llevará a muchos de ustedes a descubrir plenamente la vocación de ser catequista, y a pedir así entrar en el ministerio de la catequesis». «No tengan miedo: si el Señor los llama a este ministerio, ¡síganlo! Serán partícipes de la misma misión de Jesús de anunciar su Evangelio».
El Pontífice concluyó con un recuerdo personal: «No quisiera terminar sin recordar a mis catequistas». «Había una religiosa que dirigía el grupo de catequistas; a veces enseñaba ella, a veces dos buenas señoras. Ambas se llamaban Alicia. Siempre las recuerdo». Su último pensamiento lo dirigió a los «mártires catequistas». «Son muchos, muchos. También los hay en nuestros tiempos», concluyó.