La batalla no está perdida: prohibido rendirse - Alfa y Omega

La batalla no está perdida: prohibido rendirse

Francia aprobará, en las próximas semanas, el llamado matrimonio homosexual. En Estados Unidos, la previsible presidencia Obama implicará avances en esta línea, y por todo el mundo se presentan iniciativas legislativas contra el matrimonio. ¿Es un proceso imparable? La Universidad CEU San Pablo acaba de celebrar, en Madrid, la I Jornada sobre Familia Balbuena de la Rosa, que lanza un mensaje claro: hay una profunda crisis, mas la batalla no está perdida

José Calderero de Aldecoa
Monseñor Reig Plà, durante su intervención en la Jornada sobre la familia.

Las familias siempre han tenido que hacer frente a innumerables dificultades a lo largo de la Historia. Así ha sido y así será siempre. También la Sagrada Familia tuvo que superar obstáculos. Pero en la actualidad los ataques presentan un nuevo cariz, inaudito. Se cuestiona desde las leyes la misma naturaleza del matrimonio y de la familia. Y se multiplican los síntomas de crisis. Es necesario «lanzar la alarma sobre la erosión de la familia (descenso de la tasa de nupcialidad, aumento de la de divorcios, descenso de la natalidad…); poner de manifiesto que no se trata de una simple evolución, o de la saludable floración de nuevos modelos de familia, sino de una auténtica crisis; recordar lo que la sociedad se juega en ello», asegura don Francisco José Contreras, director de la I Jornada sobre Familia Balbuena de la Rosa, organizada por el Instituto CEU de Estudios de la Familia. Desde que, en 2005, se aprobó la ley de matrimonio homosexual y la ley de divorcio exprés, en España, ha habido un descenso en la tasa de nupcialidad de 1,35 puntos. Se pasó de 5 bodas por cada 1.000 habitantes, a registrar tan sólo 3,66. El número de divorcios que se han producido desde 2005 supone el 50 % del total de divorcios en los últimos 30 años.

Estos datos vienen a confirmar que, actualmente, España está viviendo «la peor de las crisis», confirmó el presidente de la Subcomisión de Familia y Vida, de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Juan Antonio Reig Plà, que participó en la inauguración de la Jornada. A su juicio, estamos padeciendo las consecuencias de la disolución de valores como resultado de la «victoria de la revolución sexual del 68». El hecho de que estos postulados sean hoy «pensamiento hegemónico» revela que esta revolución cultural ha logrado muchos de sus objetivos. En España, esos postulados han moldeado las leyes sobre la familia y la educación. Pero el problema no es sólo ése. «Casi todos los españoles piensan hoy así», lamentó el obispo de Alcalá de Henares. Y va a ser difícil darle la vuelta a la situación.

«Si las reformas de los últimos tiempos parecen apuntar hacia ahí, es porque la nueva izquierda sesentayochista va ganando hasta ahora la batalla de las ideas en este tema. Pero es preciso contraatacar. No todo está perdido», afirma el señor Contreras, que dirige la Cátedra Extraordinaria de la Familia, del Instituto de Estudios de la Familia del CEU.

La Iglesia, al frente

La Iglesia católica no teme el debate y quiere aportar su contribución. En Francia, el nuevo Gobierno pretende implantar el matrimonio homosexual, eliminando de la legislación los términos padre y madre, sustituyéndolos por un término neutro. El proyecto de ley establece que «el matrimonio es una unión de dos personas, de distinto o del mismo sexo». Además se daría igualdad de derechos de adopción para parejas homosexuales y heterosexuales. El 31 de octubre, está previsto que la propuesta de ley sea presentada en el Consejo de Ministros.

La Iglesia se ha pronunciado con claridad en contra del proyecto de ley, argumentando que sería muy pernicioso para la sociedad, sobre todo para los niños. Los obispos franceses pidieron en las plegarias que se leyeron el día de la Asunción en todo el país, para que los legisladores, gobernantes y familias eviten los planes del Gobierno de legalizar el matrimonio homosexual.

La Iglesia ha sido duramente atacada por expresar su opinión, hecho que motivó que, el pasado jueves, el Consejo de Familia y Sociedad, de la Conferencia Episcopal Francesa, publicara un extenso documento bajo el título Queremos el debate y contribuir, en el que lamenta que, «si alguna duda o reticencia a reformar el Derecho de familia se llama a priori homofóbico, no puede haber un debate de fondo». En este escrito, la Iglesia católica «no se limita a deplorar la ausencia de un verdadero debate sobre las reformas sociales», sino que «aporta toda su contribución, energía y corazón». El texto «no es un resumen de consignas mágicas. Se ofrece un análisis real, donde también hay una ética», asegura monseñor Bernard Podvin, portavoz de los obispos de Francia. En el documento, el Consejo de Familia y Sociedad afirma querer oír «la solicitud de las personas homosexuales», para trabajar «en una solución original», pero sin poner en peligro el matrimonio auténtico como pretende el Gobierno.

«La Iglesia seguirá contribuyendo a la lucha contra todas las formas de homofobia y discriminación» contra los homosexuales. No puede pretender resolverse ese problema arremetiendo contra «los fundamentos antropológicos de la sociedad», asegura el documento. No es una cuestión de discriminación, sino de que «el matrimonio es ordenado a la fundación de una familia», y, por tanto, «no puede referirse a las parejas homosexuales».

Prohibido rendirse: un buen lema para la familia.

En España, la Iglesia también ha tenido que soportar muy duras críticas cuando ha intervenido en el debate social. El último pronunciamiento de la Conferencia Episcopal Española es el documento La verdad del amor humano. Orientaciones sobre el amor conyugal, la ideología de género y la legislación familiar, publicado en julio, en el que los obispos españoles proponen de nuevo «a los católicos españoles y a todos los que deseen escucharnos, de manera particular a los padres y educadores, los principios fundamentales sobre la persona humana sexuada, sobre el amor esponsal propio del matrimonio y sobre los fundamentos antropológicos de la familia».

En este «documento, podéis encontrar las claves para solucionar los problemas de España» en la actualidad. Hay que construir una sociedad a la medida del hombre, orientada al bien común, porque «sólo así sacaremos a España de la peor de las crisis», aseguró monseñor Reig Plà, en la Universidad CEU San Pablo. Y recomendó vivamente a los presentes «dedicar 3 horas de vuestra vida a leer el documento. Serán las 3 horas mejor aprovechadas de vuestro día».

Se buscan hoy respuestas en la economía a los grandes problemas, pero es a nuestra imagen del hombre a donde habría que mirar. Por eso, al referirse a las protestas populares contra los recortes del Gobierno, y en concreto a la multitudinaria manifestación que el 25 de septiembre rodeó el Congreso de los Diputados, monseñor Reig Plà aseguró que «ni los que estuvieron fuera rodeando el Congreso, ni los que estaban dentro», tienen «las claves para darle a la persona lo que requiere». Y continuó: «Estar sólo pendiente de los Presupuestos Generales del Estado conduce al nihilismo, a la navegación de distancia corta». En suma, «a no ocuparse de lo específicamente humano».

Debate abierto, en EE. UU.

Estados Unidos se convertirá pronto, nuevamente, en epicentro del debate. Las próximas elecciones condicionarán la consideración legal del matrimonio, a pesar de que, al ser una República federal, cada Estado legisla a su manera. Tarde o temprano, se espera, el Tribunal Supremo unificará la legislación. Y mientras tanto, el Presidente Obama quiere promover leyes que vayan preparando el terreno para una equiparación, a nivel nacional, de las uniones homosexuales al matrimonio.

El cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York y presidente de la Conferencia Episcopal, respondía así a unas recientes declaraciones de Barack Obama a favor del matrimonio homosexual: «El matrimonio es sólo la unión entre un hombre y una mujer. No podemos permanecer en silencio frente a palabras o acciones que amenazarían esta institución, piedra angular de nuestra sociedad».

La Iglesia, en el documento Nuestra primera y más querida libertad, explicaba que la libertad religiosa no consiste sólo en la posibilidad de «ir a Misa el domingo, o rezar el Rosario en casa. Consiste en que podamos contribuir al bien común de todos los estadounidenses» en asuntos como el derecho a la vida, la libertad de educación o la defensa de la familia.

La disolución de la Familia biológica: Caso de Noruega

Janne Haaland Matlary, exministra de Exteriores de Noruega, miembro de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales, y catedrática de Ciencia Política de la Universidad de Oslo, también participó en la I Jornada sobre Familia Balbuena de la Rosa, en la que pronunció una conferencia sobre La disolución de la familia biológica: el caso de Noruega. En ella, señaló que, «si queremos conservar la familia en la forma que conocíamos hasta ahora, debe existir una comprensión de su realidad vivida. No puede haber un reconocimiento de lo que es una madre si no se tiene la experiencia de una madre real, en su relación con sus hijos. Lo mismo cabe decir de la paternidad: lo que es realmente, sólo puede llegar a saberse por medio de la experiencia vivida, que precede a las explicaciones jurídicas, filosóficas y teológicas del fenómeno». También aseguró que la familia natural «no será por mucho tiempo la norma de referencia para la Ley. Cualquier cosa que se otorgue a la familia heterosexual será válida para las parejas homosexuales».

J. C.

Ahora, el debate está centrado en el Tribunal Supremo y en Washington. Dos importantes casos que abordan los derechos sobre el matrimonio entre gays y lesbianas están camino de llegar al máximo órgano del Poder Judicial. Por otra parte, en Washington, se va a celebrar, el 6 de noviembre, el Referéndum 74. Es el referéndum número 33 en EE. UU. La gobernadora, Chris Gregoire, aprobó el matrimonio gay por decreto, pero los ciudadanos se movilizaron y consiguieron reunir las firmas necesarias para un referéndum, que se celebrará coincidiendo con las elecciones presidenciales.

En 1996, el Congreso Federal proclamó que sólo las uniones entre personas de distinto sexo eran válidas. Desde entonces, 30 Estados han blindado la definición del matrimonio. En el otro extremo, se sitúan los 8 Estados que han aprobado el pseudo-matrimonio. Eso sí: siempre que la definición de matrimonio ha sido sometida a referéndum, ha ganado el matrimonio natural. En los Estados donde se ha aprobado el matrimonio gay, éste fue impuesto por tribunales o Administraciones políticas.