La archidiócesis de Toledo crea la Comisión para el buen uso de internet
Se encargará de asesorar a los sacerdotes, apoyarlos en su labor pastoral dentro del continente digital y resolverá dudas de los fieles
La archidiócesis de Toledo está poniendo en marcha una Comisión por el buen uso de internet que será presidida por su provicario general Raúl Muelas. «Todavía no ha empezado a operar, la estamos constituyendo. La idea es que pueda estar lista durante el mes de julio y que comience a funcionar en septiembre», explica Muelas en conversación con Alfa y Omega.
La nuevas estructura tiene su origen en una reciente carta pastoral del arzobispo de Toledo Francisco Cerro, que a finales de mayo escribió a todos los fieles de la diócesis una misiva titulada Por un buen uso de las redes sociales en nuestra Iglesia particular. En ella, el prelado aseguraba que «el continente digital puede ser un lugar de encuentro y de evangelización» y que «la utilización de estos medios por parte del cristiano ha de estar siempre animada por el deseo de que este uso esté vivificado por un espíritu humano y cristiano».
Al final del documento se anunciaba la comisión, que va a tener varias líneas de actuación. «Una primera función va a ser la de asesoramiento. Desde la comisión vamos a ofrecer pequeñas pautas formativas para todos aquellos sacerdotes que quieran involucrarse en este mundo. También queremos brindar apoyo a quienes ya estén en él. Y, por último, resolver las dudas que nos puedan formular los fieles, para lo que hemos habilitado un correo electrónico», detalla el provicario.
Según Raúl Muelas, el email ya está activo —buenusodeinternet@architoledo.org— e incluso ya ha recibido las primeras consultas. De momento, «nos están preguntando por la carta del arzobispo, que dónde la pueden encontrar. Nos ha escrito incluso el vicario general de una diócesis brasileña preguntando por el documento», explica.
La comisión, que estará dirigida por Muelas, contará con un grupo de expertos, algunos de los cuales estarán más especializados en la parte técnica y otros que estarán versados en las ciencias sagradas.
La carta del arzobispo incluye una serie de recomendaciones, especialmente dirigidas a los sacerdotes, entre las que destacan las siguientes:
• Uso responsable: Una excesiva pérdida de tiempo o un uso descontrolado y compulsivo del móvil o de otros soportes pueden ser señales de alarma que conviene atender.
• Relaciones virtuales: Es necesario que el sacerdote, además de su rectitud de intención, sea especialmente prudente y cauto en este tipo de comunicaciones, en las que cualquier imprudencia puede conllevar funestas consecuencias en la reputación del sacerdote.
• Es importante la rectitud de intención y el exquisito cuidado para que tanto los contenidos como el modo de transmitirlos respondan a criterios evangélicos y sacerdotales.
• En las intervenciones de los sacerdotes debe regir el sentido de la fe y la comunión eclesial, evitando cuanto pueda confundir o escandalizar a los fieles.
• Es una grave responsabilidad difundir por las redes informaciones falsas que dañen la comunión eclesial y más grave aún propagar difamaciones o calumnias sobre el Papa, los obispo y otros pastores de la Iglesia. Antes de difundir una noticia tenemos la obligación moral de contrastar su veracidad.
• El anonimato de los perfiles falsos en las redes es especialmente grave en el sacerdote que, a imagen de Cristo Buen Pastor, ha de ir siempre delante del rebaño que tiene encomendado para conducirlo a las fértiles dehesas de la gracia, por caminos de justicia y de paz.