La Almudena acoge este jueves una celebración por la beatificación del cardenal Pironio

«A lo largo de su servicio en la Santa Sede el cardenal Eduardo Francisco Pironio tuvo mucha presencia en la iglesia en España, y muy especialmente en Madrid». Por eso la archidiócesis ha decidido celebrar en la tarde de este jueves, en la catedral de Nuestra Señora de la Almudena, una Misa de acción de gracias por su beatificación, el 16 de diciembre. Lo explica Laura Moreno, delegada episcopal de Jóvenes.

Antes de la Eucaristía, que se celebrará a las 19:00 horas y se podrá seguir en streaming a través del canal de Youtube del Arzobispado de Madrid, tendrá lugar una mesa redonda con el tema Profeta de la esperanza, testigo del amor de Dios. Este encuentro contará con la participación del cardenal Fernando Vérgez, presidente de la Gobernación de la Ciudad del Vaticano y secretario de Pironio durante 23 años; del cardenal Aquilino Bocos, y con los testimonios de Víctor Cortizo y de la misma Moreno.

«Desde los años 60, como prefecto de la Congregación para los Religiosos y los Institutos Seculares, Pironio participó en asambleas y encuentros de la vida religiosa en Madrid. Además, predicó ejercicios espirituales a los obispos españoles, a la vida religiosa y a los sacerdotes», explica la delegada. Más adelante, como presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, «fue protagonista en la Jornada Mundial de la Juventud de Santiago de Compostela, en 1989, en la que también colaboró la diócesis de Madrid». También mantuvo encuentros con los jóvenes españoles durante las visitas del Papa Juan Pablo II a España, «en particular en 1983 en el estadio Santiago Bernabéu».

Contemplativo y sinodal

Esta relación «entrañable y frecuente» hizo que «en su causa de canonización, que cerré yo misma aquí, en Madrid, hubiera muchos testigos españoles y madrileños, como el cardenal Rouco; Antonio Cartagena», exdirector de la entonces Comisión de Apostolado Seglar de la CEE; Víctor Cortizo, exdirector de su Departamento de Pastoral Juvenil… «Todos estarán presentes este jueves en la catedral». El objetivo del cardenal José Cobo es «dar a conocer la figura del beato a las nuevas generaciones, y pedir su intercesión», apunta Moreno, también argentina.

Además de ser el primer organizador «y hacedor» de las JMJ, el beato Pironio «promovió la dimensión contemplativa y sinodal entre los jóvenes, con una espiritualidad capaz de arraigar en la vida» y de animarlos a buscar su vocación, afirma quien se encarga de esta pastoral ahora en Madrid. También en línea sinodal, impulsó la preparación y realización del Sínodo de Obispos de 1987 sobre La vocación y la misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo.

Fue asimismo «un pastor reconocido como testigo y profeta de la esperanza», recuerda Moreno. Por todo ello considera que «puede ayudar a los jóvenes a leer los signos de los tiempos, a escuchar el Espíritu en la vida actual de los jóvenes. Que sean personas muy encarnadas en la vida y confiadas en el Espíritu».

La delegada de Jóvenes de Madrid tuvo «la suerte de conocerlo, de sentirlo, y como padre espiritual y amigo eclesial me enseñó muchas cosas en la Iglesia». Recuerda sobre todo algo ocurrido en la JMJ de Czestochowa, en 1991. «Yo tenía muchas inquietudes dentro de mí misma que no podía responder». En ese momento, alguien la animó a hablar con Pironio.

«Imagínate yo, una joven, y él, un cardenal de la Iglesia que tenía toda la organización de la JMJ de aquel momento. Y resulta que dedicaba tiempo a salir y a hablar con esta jovencita que le quería sencillamente decir que no sabía qué hacer con su vida». Esta disponibilidad a detenerse cuando alguien le pedía algo, «la ternura de su mirada y sus palabras», fueron lo que «me permitió lanzarme en aquel momento» e ingresar en la Institución Teresiana.

Menor de 23 hijos

El cardenal argentino fue beatificado el 16 de diciembre de 2023 en el santuario de Nuestra Señora de Luján. El milagro atribuido su intercesión fue la curación de un bebé de 15 meses que se encontraba en coma y despertó después de que sus padres rezaran ante una estampita del purpurado, regalada por el padre Silvano de Sarro, de la parroquia San Antonio de Padua.

Nacido en una familia de inmigrantes italianos en argentina, Pironio fue el menor de 23 hijos. Completó sus estudios eclesiásticos en el seminario de la archidiócesis de La Plata y obtuvo la licenciatura en Teología en la Pontificia Universidad Angelicum de Roma. Ordenado sacerdote el 5 de diciembre de 1943 fue profesor y luego rector del seminario de Buenos Aires y posteriormente se convirtió en decano de la facultad de teología de la Universidad Católica Argentina.

Primero fue nombrado obispo auxiliar de la archidiócesis de La Plata y, más tarde, obispo de Mar del Plata y también fue secretario y luego presidente de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM). En 1975 fue llamado a Roma por Pablo VI como Prefecto de la Congregación para los Religiosos y, más tarde, nombrado presidente del Consejo Pontificio para los Laicos por Juan Pablo II.

Durante su funeral en el Vaticano en febrero de 1998, el Papa san Juan Pablo II destacó su gran aportación a las celebraciones de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) y la gran ayuda que le dio durante su ministerio.