Kiev pide a los fieles que no acudan a las parroquias por la Pascua ortodoxa
Las autoridades militares advierten de que Rusia puede atacar los templos
Las autoridades de Kiev (Ucrania) han desaconsejado a sus ciudadanos que acudan a las iglesias para celebrar la Pascua ortodoxa, este domingo 5 de mayo, en previsión de posibles ataques rusos. La Administración militar de la ciudad ha emitido un comunicado en el que insta a los fieles a seguir las celebraciones de Pascua desde sus casas a través de la televisión o de Internet. No obstante, las medidas de seguridad se van a intensificar en torno a los templos, puesto que muchos fieles desean reunirse en comunidad para las celebraciones.
En el texto Serhiy Popko, jefe de dicha administración militar, pide a sus vecinos que no se olviden de que el país está en guerra. Asegura que «incluso en días tan alegres de celebración cabe esperar una acción por parte del agresor». Por eso, advierte de que es posible que Moscú ataque con misiles de largo alcance.
La mayoría de los ucranianos se identifican como cristianos ortodoxos, aunque la Iglesia está dividida. Muchos pertenecen a la Iglesia ortodoxa de Ucrania, constituida en 2019, reconocida por el Patriarcado ecuménico de Constantinopla y sin influencia de Moscú. Muchos otros forman parte de la Iglesia ortodoxa ucraniana, leal al patriarca ruso, Cirilo, hasta 2022, cuando se desmarcó del Patriarcado de Moscú tras la invasión rusa.
Según el proyecto Religion on Fire, formado por varios estudiosos ucranianos, los ataques rusos en los que se han visto implicadas las iglesias ortodoxas no han sido una casualidad. Especialmente, en el caso de la Iglesia ortodoxa ucraniana, lo que indica «el carácter no selectivo del bombardeo». Además, sostienen que esos templos son objetivo porque el mando ruso sabe que las iglesias se utilizan como refugio antiaéreo o para la acogida de desplazados internos o reparto de bienes de primera necesidad.
Desde esta organización también señalan que la ocupación rusa de territorio ucraniano ha supuesto que la Iglesia ortodoxa rusa se expanda «mermando así la diversidad religiosa de Ucrania». La limpieza comenzó por los pastores de las ambas Iglesias ucranianas. Así, los sacerdotes que se negaron a someterse a la nueva autoridad religiosa han sido expulsados, secuestrados o asesinados.