Iglesia por el Trabajo Decente denuncia que hay familias en riesgo de pobreza «aun teniendo empleo»
En la Jornada por el Trabajo Decente ITD señala que el empleo precario está empujando a colectivos vulnerables hacia la pobreza
«El trabajo decente es un derecho irrenunciable, nunca un privilegio». Es el mensaje con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente que ha querido trasladar este lunes la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente, en un comunicado. En él, advierte de que el empleo precario está empujando a colectivos vulnerables hacia la pobreza./p>
En el texto, la organización señala que «resulta doloroso constatar que en pleno 2025 aún tengamos que reclamar lo esencial: un salario justo, entornos de trabajo seguros y saludables, respeto a los horarios y al descanso, así como igualdad de trato sin discriminaciones de género, origen o situación administrativa».
ITD advierte asimismo de que «jóvenes, mujeres, familias con menores a cargo y personas migrantes se enfrentan a mayores riesgos de pobreza y exclusión social, incluso teniendo empleo».
Condiciones justas
Para la entidad, el trabajo decente «expresa la dignidad de toda persona, es libremente elegido, contribuye al desarrollo comunitario, garantiza el respeto sin discriminación, sostiene a las familias y asegura condiciones justas en la jubilación». Por ello, lanza un llamamiento: «Reclamamos justicia. Reclamamos humanidad. Reclamamos trabajo decente».
El comunicado también critica la paralización de la iniciativa legislativa para una regularización extraordinaria de personas migrantes. Esto condena «a la invisibilidad y a la economía sumergida a cientos de miles de personas», lamenta el texto.