«“He muerto por tu orgullo y tu ira”, escuché a Jesús hablarme mientras observaba una escena conmovedora de Las crónicas de Narnia, en la que el león Aslan se sacrifica para salvar a Edmund de las garras de la Bruja Blanca. En ese momento transformador me reconocí en Edmund y a Jesús en Aslan. Escuché a Jesús hablándome directamente y fue entonces cuando llegué a creer». Comparte este testimonio Josefina Olon, una joven de Ulán Bator que participa en la vida de la Iglesia.
El viaje no fue fácil. «Mi país, Mongolia, estuvo bajo un régimen socialista durante casi 70 años. En mi familia se despreciaba la religión, fomentando una cultura de autosuficiencia e investigación científica». Guiada por figuras científicas populares como Carl Sagan y Richard Feynman, Josefina encontró las ideas del psicólogo Jordan Peterson sobre la Biblia en 2020. «A partir de ese momento fui seleccionada para traducir su obra Más allá del orden y me sentí obligada a profundizar en las Escrituras», nos relata. En un grupo internacional de estudio bíblico online, «encontré creyentes cuya fe en Jesús me intrigó. A pesar de las dudas persistentes, comencé orando cautelosamente a Jesús, experimentando gradualmente paz y respuestas a mis oraciones». Otra obra, Mero cristianismo, de C. S. Lewis, como Narnia, «me ayudó a profundizar mi comprensión de Jesús».
«Sin embargo, el escepticismo persistió hasta un momento crucial en abril de 2022, cuando la verdad de la Palabra de Jesús y su sacrificio destrozaron mis dudas. Después de esa revelación, gradualmente reconocí la importancia de ser parte de una comunidad cristiana». Profundizando en varias denominaciones, finalmente gravitó hacia las antiguas tradiciones de la ortodoxia y el catolicismo. «Por casualidad me topé con un vídeo de sacerdotes católicos, lo que me impulsó a comenzar a rezar el rosario. Creo que fue María quien me guio a mi parroquia actual, donde finalmente fui bautizada».
El año de preparación resultó «largo y plagado de altibajos. Lágrimas de paz corrieron por mi rostro cuando finalmente me bauticé la Nochebuena del 2023». Desde entonces, «los desafíos de la vida y los pecados inesperados continúan surgiendo, pero el sacramento de la Confesión se ha convertido en fuente de renovación, profundizando mi comprensión del amor y del perdón de Jesús. A través de su gracia duradera, mi orgullo y mi ira dan paso a una nueva comprensión y paz».