José Sacristán y Ana Marzoa, coleccionistas - Alfa y Omega

La vida es una sucesión de momentos que desaparecen con el tiempo. Al recordarlos se deforman: la acción, la sensación, el lugar, la compañía… todo varía. Si damos un sentido a nuestros actos, unos se apoyan en otros, se explican mutuamente, construyen una identidad. Mas esta colección de acciones que es la vida no se puede transmitir. Lo vivido queda para uno: por mucho que lo contemos a hijos o allegados, jamás llegarán a ponerse en nuestra piel ni a asumir la razón de nuestra vida.

La colección de Juan Mayorga, estrenada en La Abadía de Madrid y pronto de gira por España, es una obra magistral que parte de una premisa cercana a cuantos hemos coleccionado algo: un anciano matrimonio de coleccionistas sin hijos entrevistan a una joven a quien podrían legar su colección. Incluso quien no haya coleccionado jamás entiende la idea de herencia; de preservación y continuación de una labor; de transmisión de bienes, conocimientos o vivencias.

Mayorga no nos revela de qué es la colección. Podría ser de arte, pero también de recuerdos; quizá la colección sean los lugares y fechas que identifican las piezas y no estas últimas. Esa ambigüedad del texto se enaltece con unos intérpretes fabulosos. Ignacio Jiménez, el ayudante, resuelve con un misterio muy atractivo la escena más discutible de la obra. Zaira Montes, la posible legataria, es un prodigio de determinación y seguridad aparente. Ambos son excelentes réplicas para José Sacristán y Ana Marzoa. Es admirable la humanidad con que Sacristán refleja las dudas y vacilaciones de un personaje que cuestiona el sentido de sus actos, mientras que Marzoa sobresale por lo contrario: la energía y ambición de quien está acostumbrada a calibrar proyectos y estrategias. Ambos intérpretes se relacionan y complementan de una manera que va más allá de la mera escucha, permitiéndonos cada uno asomarnos no solo a su personaje, sino a su visión del otro. Todos ellos hacen de este espectáculo algo de mucho valor que apetece atesorar.