Misionero en Argel: «Aquí el diálogo interreligioso es cotidiano»
Lleva en Argelia desde 2002 y atiende la basílica de Nuestra Señora de África, «un lugar de peregrinación mariano que tiene la particularidad de atraer principalmente a musulmanes». De los 80.000 visitantes al año que reciben, el 95 % practican el islam. Este padre blanco es uno de los rostros de la última campaña de OMP, lanzada este martes para poner en valor el trabajo de los misioneros en esta hora incierta para el mundo
José María Cantal Rivas, religioso de la Sociedad de los Misioneros de África (Padres blancos) y oriundo de Granada, es uno de los protagonistas del vídeo internacional de OMP. En su caso, el eslogan #estamosaqui se refiere a Argelia, a donde llegó en 2002 y donde trabaja en la basílica de Nuestra Señora de África. «Se trata de un lugar de peregrinación mariano que tiene la particularidad de atraer principalmente a musulmanes», asegura Cantal. De los 80.000 visitantes al año que reciben, el 95 % practican el islam.
De esta forma, su labor se centra principalmente en el diálogo interreligioso. Pero no se trata de nada oficial. «Aquí el diálogo es cotidiano. Vas a comprar al mercado y por mucho árabe que sepas, te preguntan de dónde eres y qué haces. “Soy cura”. “Anda, pues mi madre estudió con las monjas”, te suelta uno. Otro te quiere convencer de su religión y un tercero te pide que le hables de la tuya».
Actos culturales
Con este mismo afán de diálogo cotidiano, los padres blancos de Argelia también organizan distintas actividades culturales abiertas a todos. «Ahora el programa está en pause por el coronavirus, pero, por ejemplo, una vez al mes organizamos un concierto en la basílica. Son 400 musulmanes que se sientan en una iglesia para escuchar la introducción de un sacerdote con alzacuellos y luego la música». El próximo, apunta Cantal, «está programado para el 1 de noviembre, aniversario de la guerra de independencia, y lo hemos dedicado al pueblo argelino».
Otra de las iniciativas de éxito fue la recogida de basura alrededor del templo. «Organizamos una limpieza de botellas y plásticos y acudieron 70 personas, en su mayoría musulmanes, que estuvieron limpiando una iglesia», rememora.
Tierra de mártires
Sin embargo, Argelia también es tierra de mártires. Allí fueron asesinados, y también beatificados, los monjes de Tibhirine y compañeros mártires, entre los que se encuentran cuatro padres blancos y las Agustinas Misioneras las religiosas españolas Caridad Álvarez y Esther Paniagua.
Actualmente, «las circunstancias negativas no son tan numerosas, pero también las hay», asegura el misionero granadino. «Lo más frecuente es la gente que te niega un servicio». Por ejemplo, «alguna vez he ido a hacer fotocopias y al ver que eran cosas religiosas no me las han hecho. O el taxista al que le pides que te lleve a tal sitio y como es la iglesia, no te lleva».
Al final, «siempre hay alguien que no quiere entrar en diálogo, porque no le gusta la diversidad o nuestra presencia, pero tampoco le podemos obligar. La gente no está obligada a amarnos, pero sí a respetarnos».
Formación a los laicos
Más allá del diálogo interreligioso, José María Cantal y el resto de misioneros también se afanan en la formación de los laicos cristianos. «Tenemos un programa para laicos cristianos argelinos que incluye una semana de formación, dos días de retiro y otra semana sobre los evangelios».
Luego está la Comisión de atención a las personas vulnerables, explica el padre blanco, «que tiene sus reuniones, su formación, la animación misionera en las diferentes comunidades del país, el estudio de la legislación local…».
Y la caridad. «Ahora, con la COVID-19, ha aumentado la atención a las personas que vienen a pedir comida» y «hemos acogido en la basílica durante 6 meses a los emigrantes que salían de convalecencia de los hospitales», concluye José María Cantal.