Jornada de Primer Anuncio: «Estamos ante un cambio de paradigma y hay que salir a evangelizar»
La CEE organiza las Jornadas de delegados de Primer Anuncio. Los sacerdotes han de «delegar y confiar» en los seglares, y «aprender que no tenemos que controlarlo todo», afirma el delegado de Primer Anuncio de Barcelona
«Es una realidad que cuando uno descubre un método de primer anuncio y se pone a trabajar con él, esa ilusión se contrapone a veces con algunos miedos y suspicacias», afirma Bruno Bérchez, delegado de Primer Anuncio de la diócesis de Barcelona. Bérchez participa estos días en las Jornadas de delegados de Primer Anuncio que organiza en Madrid la Comisión para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado de la CEE.
Concretamente, Bérchez habla este miércoles sobre Miedos y resistencias a la hora de empezar una iniciativa de Primer Anuncio, una realidad «que puede afectar sobre todo a sacerdotes», señala. En este sentido, los mayores recelos proceden de una posible sospecha ante herramientas «que vienen de fuera», pero «la inculturación es algo propio de la Iglesia, por lo que no se trata de copiar sin más, sino de inspirarse y adaptar» lo que puede funcionar en otras partes del mundo.
Junto a ello, el protagonismo que suelen cobrar los laicos en este tipo de iniciativas de evangelización «puede ser visto con recelo», pero «los sacerdotes no somos hombres orquesta de los que depende todo». Al contrario, han de «delegar y confiar» en los seglares, y «aprender que no tenemos que controlarlo todo»; basta con «animar, estimular y marcar criterios» que ayuden a la evangelización.
En el fondo de esta desconfianza está el «miedo al cambio», ya que «en toda transformación significativa hay pioneros y los demás se quedan observando hasta que poco a poco van convenciéndose de los resultados».
Miembro asimismo del área de Primer Anuncio de la CEE, Bérchez tiene claro que en este contexto eclesial «estamos ante un cambio de paradigma» en el que «hay que salir a evangelizar, y eso supone arriesgar». Pero «si tú lo tienes claro y crees que estás haciendo un bien, tienes que ser firme y no desistir», ya que «al final, si hay frutos, se acabarán viendo porque las cosas caen por su propio peso».
El problema es que en el ámbito del primer anuncio «no hay recetas, porque en cada parroquia y en cada contexto entran muchos factores», pero Bérchez considera que «el miedo nunca es bueno». A la hora de mirar al futuro, «no podemos pensar que todo lo que se ha hecho antes está mal, pero debemos tener en cuenta que esta época pide una nueva respuesta de parte de la Iglesia», abunda.