Jesús Vidal se despide de Madrid - Alfa y Omega

Jesús Vidal se despide de Madrid

«Doy gracias a Dios por esta Iglesia que es madre, en la que he crecido y en la que me he formado», ha dicho durante una Misa en la Almudena el que ha sido obispo auxiliar de la diócesis desde 2018

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Jesús Vidal durante la celebración
Jesús Vidal durante la celebración. Foto: Archimadrid.

«La vida cristiana está marcada por el movimiento en salida, sin embargo, salir en misión implica siempre un proceso de conversión y esta disponibilidad es una verdadera gracia. Esto me hace estar agradecido y contento porque sé que Él me espera allá donde me envía». Visiblemente emocionado, el que ha sido obispo auxiliar de Madrid desde 2018, Jesús Vidal Chamorro, —obispo electo de Segovia— se ha despedido de la Iglesia que peregrina en Madrid con una Eucaristía en la catedral de la Almudena. «Doy gracias a Dios por esta Iglesia que es madre, en la que he crecido y en la que me he formado».

En esta emotiva celebración de acción de gracias por su ministerio episcopal, ha estado acompañado por el arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo; los obispos auxiliares Juan Antonio Martínez Camino, Vicente Martín y José Antonio Álvarez; el arzobispo emérito, cardenal Carlos Osoro, así como vicarios, delegados, numerosos sacerdotes y cientos de fieles madrileños.

En sus primeras palabras, ha querido expresar su gratitud por los años vividos en la diócesis y ha subrayado la importancia de las relaciones humanas como vehículo del amor de Dios. «Sería imposible enumerar todas estas relaciones, pero sí quiero hacer un repaso a vista de pájaro. En primer lugar, doy gracias a Dios por mi familia. En ellos he conocido la sencillez y la fidelidad del amor desde la duda. por mis primeras experiencias de Iglesia, en el colegios, en mi parroquia… Dios se fue mostrando a mí, me fue conquistando con paciencia y me llamó al sacerdocio». Vidal ha hecho mención especial al Seminario, «a los que allí fueron mis formadores y mis compañeros. Allí fui aprendiendo a ser pastor. También por todo lo que aprendí en esa segunda etapa en el seminario [del que fue rector]. En todas las misiones en esta Iglesia en Madrid, ha dicho, «he ejercido el ministerio sacerdotal y he aprendido muchísimo».

Por supuesto, ha dado gracias por los que han sido «sus obispos» estos años, a los que ha tenido «como verdaderos padres»: «A don Antonio, que me ordenó sacerdote. A don Carlos, que se fio de mí al proponerme para ser su auxiliar. Me ordenó obispo y tanto he aprendido de su corazón de pastor. Y ahora, por don José, hermano y padre, del que también aprendo mucho cada día y al que agradezco su atención conmigo, en especial hoy, que me ha permitido presidir esta celebración en su cátedra. Doy gracias por Juan Antonio y por Santos, por José Antonio y por Vicente, hermanos y obispos con los que he compartido la vida estos últimos años. Y por tantos sacerdotes, consagrados y laicos que he conocido en estos años, tanto como sacerdote, como obispo auxiliar, en la curia, en la visita pastoral, con los que he colaborado y con los que sería aquí absolutamente imposible no hablar».

Iglesia madre y maestra

Inspirado por el Concilio Vaticano II, el obispo electo de Segovia ha destacado la maternidad de la Iglesia: «La Iglesia se hace madre, pues engendra a una vida nueva e inmortal a los hijos concebidos por obra del Espíritu Santo y nacidos de Dios», ha afirmado recordando cómo su propio ministerio ha sido expresión de este acompañamiento maternal. «La vida cristiana está marcada por un movimiento continuo de salida al encuentro con el Padre. Salir implica conversión, disponibilidad y docilidad al Señor». Así, Vidal ha destacado cómo cada cambio pastoral ha sido una oportunidad para renovar su seguimiento de Cristo y crecer en la fe. «Estoy convencido de que en la Iglesia de Segovia seguiré experimentando a la Iglesia como madre y maestra».

La luz de Cristo, guía en medio de la oscuridad

Refiriéndose al Evangelio del día, ha subrayado que Cristo, luz del mundo, ilumina el camino y sana las heridas de quienes confían en Él. «La luz de Jesús nos muestra el horizonte, da calor, sana y trae vida. Incluso en medio del sufrimiento, encontramos sentido y consuelo en su palabra», invitando a los presentes a redescubrir la importancia del silencio y la oración.

Asimismo, Vidal ha enfatizado el amor hacia los hermanos como respuesta a la sed de Dios: «Amar con el corazón de Jesús no solo transforma a quienes reciben ese amor, sino que también sana nuestros propios sufrimientos». La homilía ha concluido con una oración de agradecimiento a Santa María la Real de la Almudena y una promesa de fidelidad bajo la advocación de Nuestra Señora de la Fuencisla, patrona de Segovia: «Que no deje de sostenernos en el camino hacia Su Hijo», ha pedido para finalizar.

«Aquí está tu familia»

Para concluir la celebración, en una sentidas palabras, el cardenal Cobo ha recordado que Jesús Vidal ha sido «raíz que nunca se desvincula, que siempre nos enraíza en nuestros hermanos, en nuestros sacerdotes, en nuestra gente». Con palabras llenas de afecto, ha agradecido la conexión que, a lo largo de los años, han compartido: «Aquí tienes tu familia, que siempre será una excusa preciosa para venir de vez en cuando a Madrid». Asimismo, ha evocado los años compartidos en el presbiterio, donde ambos fueron ordenados, y los vínculos forjados en torno a la oración diaria y el servicio a la comunidad: «Echaremos de menos tu mirada bondadosa, tu capacidad de escucha, de diálogo y de equilibrio. Tú has encendiendo con paciencia y generosidad tantas «farolas» que han iluminado nuestra diócesis, dando luz a quienes más lo necesitaban, no dejes de ser luz», le ha dicho.

Finalmente, le ha entregado un regalo especial en nombre de la Iglesia madrileña, una imagen de la Virgen de la Almudena, para que le acompañe en su nueva etapa en Segovia. Con cariño, ha concluido: «Siempre recordarás que aquí está tu familia, esperamos compartir contigo muchas cosas más».