Jaén se lanza al anuncio de la Buena Nueva - Alfa y Omega

Jaén se lanza al anuncio de la Buena Nueva

En el marco del Plan Pastoral Diocesano, la diócesis jiennense se embarca en una Misión Diocesana que culminará el próximo mes de octubre. Hará realidad la máxima del Papa Francisco de la «Iglesia en salida»

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Bendición y envío de las cruces durante la Eucaristía de inicio de la Misión en la catedral de Baeza. Foto: Diócesis de Jaén

El mandato de Cristo resucitado, «id a todo el mundo y predicar el Evangelio», resonó en los corazones y el ánimo de más de 2.000 fieles que abarrotaron la catedral de Baeza para asistir a la Eucaristía de inicio de la Misión Diocesana el pasado 13 de enero. Llegados de todos los puntos de la geografía jiennense, cristianos de la diócesis quisieron estar presentes en este envío misionero, enmarcado en el año que el Plan Pastoral Diocesano 2017-2021 marca como «de la Evangelización» y en el que pretende convertir cada parroquia en una misión y a cada cristiano en un misionero.

Al final de la homilía, el obispo, Amadeo Rodríguez Magro, que presidió la Eucaristía, realizó el rito del envío a los sacerdotes presentes, que serán, a su vez, los encargados de enviar a los fieles de cada parroquia a llevar la Buen Nueva a todos.

Misión en cada parroquia

Después de la comunión, tuvo lugar otro de los momentos importantes de esta celebración: la bendición de las cruces de la Misión y el envío de las mismas a los cuatro puntos cardinales de la diócesis. En los últimos días han visitado todas las parroquias, anunciando en cada una de ellas el comienzo de la Misión Parroquial.

Ahora, cada parroquia comenzará un período de formación de los agentes de pastoral que van a participar en la Misión Parroquial: visitadores, anfitriones, misioneros, catequistas, acompañantes de enfermos…

Acabada la etapa de formación, habrá una celebración de la Eucaristía, con la que se dará comienzo a la misión propiamente dicha y en la que la comunidad orará por los agentes participantes y estos recibirán la bendición y serán enviados por el párroco.

En primer lugar, los visitadores recorrerán las casas de la parroquia, tal como el Consejo Parroquial de Pastoral y la comisión de la Misión Parroquial de la parroquia hayan dispuesto, para invitar a las personas a la participación en los encuentros en las casas y en los demás actos que se organicen.

En las semanas siguientes, habrá encuentros de adultos en las casas; después de estas, una asamblea parroquial, en la que se revisará la vida de la parroquia y se tomarán decisiones sobre cómo seguir haciendo de ella cada vez más una Iglesia «en salida» y fomentando el espíritu misionero en la misma. Finalmente, se hará una celebración comunitaria de la reconciliación y una convivencia con todos los que han participado en la misión.

Al mismo tiempo que se realizan las actividades con los adultos, los niños, adolescentes y jóvenes que están en la catequesis de la parroquia tendrán encuentros especiales.

Un vía crucis en el marco de la Misión Diocesana. Foto: Diócesis de Jaén

Igualmente, en las semanas de la Misión Parroquial, tendrán lugar algunos actos culturales, en espacios ajenos a la parroquia, en los que se proponga la fe cristiana y el Evangelio y su repercusión en la sociedad y en la cultura.

La Misión Diocesana de Jaén, y la Misión Parroquial, está dirigida a todos y a todo. Empezando por el discípulo que se prepara concienzudamente para la misión y descubre que la misión lo configura como discípulo y que la misión forma parte irremediablemente del discipulado. Por eso, al realizar la acción misionera, al mismo tiempo que los discípulos se renuevan en la vida cristiana, se preparan también para llevar a todos la Buena Noticia del Evangelio. Se trata de renovar las actitudes para que sean cada vez más semejantes a las de Cristo y así las acciones sean cada vez más evangélicas y, por ende, más evangelizadoras.

Hacia afuera

Y luego vienen todos los demás, los hombres y mujeres que viven en el entorno junto a los cristianos, aquellos que están a nuestro lado cotidianamente: las familias, los jóvenes, los que se acercan eventualmente por algún acontecimiento concreto –fiestas populares, actos de las cofradías, –Bautismos o Primeras Comuniones…–, las organizaciones sociales… Esta iniciativa pretende salir a ellos para compartir, escuchar, dialogar, aprender y enriquecernos los unos de los otros.

El próximo octubre, que será en este 2019 un mes especialmente misionero para toda la Iglesia, se volverá a convocar en Jaén a la Iglesia diocesana, en torno al obispo, para la participación en la que se ha denominado Fiesta de la Fe, en la que se mostrará la rica y variopinta realidad de la Iglesia local y para celebrar la Eucaristía de envío, que será al mismo tiempo un final y un recordatorio. Porque después de 2019, la misión continúa.

Juan Ignacio Damas López
Jaén