Nachter: «No me imagino a Jesús sin sentido del humor»

¿Quién es Nachter en realidad?
Me llamo Ignacio Gil. Tengo 31 años. Estudié en el colegio de Fomento El Vedat, y luego ADE en la Universidad Católica de Valencia. Ahora estoy a punto de defender mi tesis para el doctorado. Los dos últimos años de carrera los pasé en Londres y luego en Filipinas, donde conocí a mi mujer, Rose. Soy la persona más normal del mundo. Sí, con mis amigos me gusta hacer bromas, pero no estoy todo el día haciendo el payaso.

¿Y cómo se convirtió en Nachter?
Me gustaba el humor y me abrí una cuenta en Instagram. Al principio era privada. Poco a poco me fui soltando y un día, sencillamente, decidí hacerla pública. En un año conseguí 200.000 seguidores. Me di cuenta de que había mucha gente haciendo cosas parecidas, pero nadie se había centrado en el humor blanco, en un humor sano, y creía que hacía falta un perfil así. Yo siempre he querido hacer humor para toda la familia y que lo puedan ver juntos.

¿Esta es la clave de su éxito?
Son varios factores. Durante el confinamiento metí muchas horas, en un momento en el que todos estábamos encerrados en casa y se utilizaba mucho la tecnología. En ese contexto, la propuesta de humor sano gustó a la gente. Por otro lado, creo que es importante disfrutar. Es decir, yo no me metí en esto para hacerme famoso, o por el dinero, sino para divertirme, y creo que eso se transmite. Hoy hay muchos chicos que quieren ser youtubers por la fama o el dinero, y creo que no está bien enfocado.

Hace cinco vídeos al día. ¿Qué les diría a todos esos padres preocupados por la cantidad de horas que sus hijos pasan en internet?
Que no prohíban en sus casas las redes sociales o el móvil, sino que aprendan a manejarse en ese mundo para poder enseñar a sus hijos a manejarse en él. Alguna vez me ha tocado hablar con padres y siempre les pregunto si conocen al Rubius o a AuronPlay. No tienen ni idea de quiénes son, y eso no puede ser. Para poder ayudar a los hijos hay que entender su mundo. Acompañarlos y compartir momentos. Ver un vídeo juntos, reírse, y si hay algún sketch que al padre no le gusta, puede aprovechar para explicarle al hijo por qué no le gusta. Si en vez de eso se prohíbe directamente, al final los chicos terminarán accediendo a ese mismo contenido, pero sin la presencia al lado de un adulto.

«Mi madre nunca me pegó con la chancla. Ahora lo hace porque dice que me ve en vídeos».

¿Qué importancia tiene que haya un humor que se pueda ver en familia?
Todo lo que sea unir a la familia y no romperla creo que es muy importante. Unir a las familias, generar valores, intentar que los que están a tu alrededor sean un poco mejores, o que se queden con algún mensaje positivo, es muy bueno.

El Papa acaba de hablar de la importancia del humor después de que le pillaran en una tienda de discos. ¿Qué opina de este aliado que le ha salido?
Totalmente de acuerdo con el Papa. Siempre hace falta humor. Yo, por ejemplo, no me imagino a Jesús como una persona sin humor. Si eres católico, tiene que haber humor incluso en la oración, y si no lo eres, pues igual. Debe ser una constante. Creo que, sin humor, la vida carece de sentido.

Sus vídeos están plagados de escenas familiares. ¿Qué significa para usted la familia?
Es lo más importante, pero no solo para mí, creo que para todos. Son quienes están ahí, desde el principio, para lo bueno y, por supuesto, también para apoyarte cuando las cosas no van bien.