Ignacio Echeverría, «modelo para los cristianos del siglo XXI»
El musical Skate Hero recrea las últimas 24 horas del héroe del monapatín. Su familia, que ha apoyado el proyecto, estará en el estreno junto al cardenal Osoro
El 3 de junio de 2017, hace justo cuatro años, Ignacio volvía en bicicleta de practicar skate con unos amigos cuando un tumulto les sorprendió en el puente de Londres. Era un atentado terrorista. Sin pensárselo dos veces, lanzó la bici a un lado y se fue corriendo a socorrer a las personas que en ese momento estaban siendo apuñaladas. Blandiendo el monopatín, logró salvar directamente a dos –aunque muchas otras pudieron escapar de la zona mientras los terroristas se defendían del joven español–, hasta que le asesinaron por la espalda.
Así fue como Ignacio Echeverría encontró el punto y final de su vida con 39 años. Su entrega le valió el apodo póstumo del héroe del monopatín y un gran número de condecoraciones, como la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil o la Medalla de Jorge, concedida por la reina Isabel II. Ahora esta hazaña también es el guion del musical Skate Hero, que recrea las 24 últimas horas del joven y que este sábado, 5 de junio –apenas una semana después del cumpleaños de Ignacio, que todavía la familia Echeverría sigue celebrando cada 25 de mayo–, se estrenará en el auditorio Joaquín Rodrigo de Las Rozas (Madrid).
En la sala, que se encuentra situada en la localidad natal de Echeverría, estarán presentes el cardenal Osoro y los padres de Ignacio, Joaquín y Ana, que no solo han dado su beneplácito, sino que además han podido revisar el texto previamente, lo que asegura la fidelidad del relato. Incluso han asesorado a los actores que les interpretarán a ellos mismos y al resto del elenco, formado por unos 50 jóvenes. «Nos hace mucha ilusión ver cómo la vida de Ignacio inspira a los jóvenes», asegura Joaquín Echeverría en conversación con Alfa y Omega. Tanto es así que «les vamos a regalar una tabla de skate que usaba nuestro hijo para que la puedan exponer. Estamos muy agradecidos».
De Las Rozas a Inglaterra
Detrás del proyecto se encuentra Javier Segura, presidente de la asociación Ven y Verás Educación, junto con un grupo de jóvenes de la Milicia de Santa María. Todos ellos se encontraban precisamente en Inglaterra en 2017 participando en un encuentro ecuménico. «Vamos cada tres años y una de las actividades que hacemos es un musical», explica Segura. En 2017 interpretaron, en inglés, uno que se titulaba Hijos de la libertad. «Cuando nos tocaba pensar tema para el siguiente, todos coincidimos en que debíamos hacerlo sobre Ignacio. Al fin y al cabo, nosotros también éramos jóvenes españoles en Inglaterra y creemos en lo mismo en lo que creía Ignacio».
Coincidencias aparte, Segura quiso presentar la figura de Echeverría para «mantener viva su memoria y su mensaje», porque «creo que es un modelo asumible para los cristianos del siglo XXI». De hecho, el musical concluye con la canción Uno de los nuestros, que expresa esta misma idea y que será interpretada en directo por una banda musical, compuesta por 20 miembros, que acompañará los dos pases –a las 17:00 y a las 20:00 horas–. «El último gesto heroico de su vida viene precedido por el cultivo de una serie de valores que todos podemos poner en práctica». Pequeñas cosas que le hicieron el corazón grande. «Por ejemplo, era catequista de niños desfavorecidos, estuvo visitando en el hospital a un niño musulmán que casi no conocía, defendía la vida… Todas estas cosas encierran un poderoso mensaje para la sociedad de hoy en día», asevera.
• A los pocos días de morir Ignacio, el Papa creó una nueva vía hacia la santidad: el ofrecimiento de vida. Así lo estableció el 11 de julio de 2017 a través de la carta apostólica Maiorem hac dilectionem, en la que se cita como condición la «heroica aceptación propter caritatem de una muerte segura y a corto plazo».
• «Esos criterios parece que se ajustan claramente a cómo se desarrolló la muerte de nuestro hijo», sostiene el padre del héroe del monopatín.
• Al final de la Misa de uno de los aniversarios de Ignacio «estuve hablando con Martínez Camino», obispo auxiliar y encargado de la Pastoral para la Santidad del Arzobispado de Madrid. «Me habló de la posibilidad de abrir la causa, le dije que sí y me dijo que debíamos crear una comisión para el seguimiento», asegura Joaquín.
• La idea es crear la comisión en junio para ir haciendo un trabajo previo al proceso, que no se puede abrir hasta el quinto año de la muerte.
La obra musical aspira a trascender la frontera de Las Rozas y recalar en distintos puntos de la geografía española. «Hay conversaciones con personas de Pamplona, Burgos, Cáceres, Zamora… Hemos estado en anteriores ocasiones con otros musicales y han mostrado su interés por acoger esta nueva representación». También acudirán a la diócesis de Getafe, donde Javier Segura ejerce de delegado diocesano de Enseñanza. «Allí me gustaría que pudieran venir grupos de alumnos». Y en 2022 viajarán hasta Inglaterra para estrenarlo en inglés.
El proyecto tiene una parte netamente educativa. Los actores, por ejemplo, con edades de entre 16 y 19 años, «han participado en el proceso de la elaboración del guion, diseño de decorados o la composición musical». A ellos, como a los espectadores, también «se les proponen los valores de los que habla la obra», asegura el responsable del proyecto. «Si somos capaces de proponer con valentía valores tan radicales como el de dar la vida por los otros, habrá algo que se mueva dentro del corazón del joven».