Iglesia por el Trabajo Decente denuncia la «debilidad del Estado de bienestar»
Las organizaciones que forman la plataforma afirman que la pandemia «nos ha enseñado que se puede consumir menos y mejor»
Las entidades de inspiración cristiana que impulsan en España la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) han lanzado un llamamiento para celebrar el 7 de octubre la Jornada Mundial por el Trabajo Decente «moviéndose y alzando la voz en nuestros barrios, ante las organizaciones sindicales y en las instituciones de gobierno», para reclamar un nuevo modelo productivo que, en pleno impacto social de la pandemia, garantice «un empleo digno y accesible».
En el Manifiesto para esta Jornada, que lleva por lema Nos movemos por el trabajo decente, ITD denuncia la precariedad que sufren millones de trabajadores, «aumentada por la situación de emergencia sanitaria provocada por la pandemia mundial de la COVID-19» y que ha puesto de relieve «las debilidades estructurales del Estado de bienestar en España y la necesidad del trabajo decente para el desarrollo de una sociedad fraterna».
Para estas organizaciones, la pandemia «nos ha enseñado que se puede consumir menos y mejor, y que aquellos oficios menos valorados social y económicamente son los que sostienen la vida y el cuidado comunitario». Por eso denuncian que en este momento «se están visibilizando las consecuencias de un modelo productivo incapaz de generar empleo con alto valor añadido y caracterizado por las altas tasas de precariedad laboral».
ITD identifica los síntomas de la gravedad de la situación: la «galopante» destrucción de empleo, con unas cifras de ERTE y paro «disparadas»; una protección social que no está llegando «a quienes peor lo están pasando», como en el caso del ingreso mínimo vital o la prestación para las empleadas de hogar, lo que deja fuera a miles de personas por ejercer su actividad en la economía sumergida; y demasiados empleos esenciales con condiciones laborales «tan precarias que rozan la indecencia».
El Manifiesto denuncia asimismo que «multitudes se vean abocadas a acudir a los servicios sociales públicos, a los recursos sociales de la Iglesia o a las comunidades vecinales para poder subsistir», lugares donde por cierto «se ha manifestado la mayor experiencia de solidaridad y apoyo común que hemos descubierto en esta circunstancia tan extraordinaria».
De forma concreta, ITD reivindica una apuesta «por un nuevo sistema productivo, capaz de generar empleos con alto valor añadido y que ponga a la persona en el centro», así como el reconocimiento social y laboral de los empleos «esenciales para la vida, con unas condiciones laborales dignas». También solicita reconocer el derecho a la protección social sin que esté supeditado a la vida laboral, que el ingreso mínimo vital «sea una realidad» para las personas que lo necesitan, y que las trabajadoras del hogar tengan acceso al subsidio extraordinario y se reconozca su derecho a la prestación por desempleo».
En España hay 3.368.000 personas en paro
El 34 % de los desempleados lleva más de un año buscando empleo y un 22% más de dos.
Hay 1.063.000 personas que han dejado de buscar empleo por la pandemia
Son 1.150.000 los hogares con todos sus miembros activos en paro
Solo 1 de cada cuatro hogares se puede sostener del empleo
Han aumentado en un 30 % las familias en situación de pobreza severa