I Congreso La Verdad y Belleza del Matrimonio: «Nadie quiere fracasar»
Ante la crisis matrimonio sin precedente que asola España, el colegio Orvalle ha organizado un exigente congreso formativo de 60 horas. «Nos sentíamos obligados a hacer algo ante esta situación», asegura Mariví Urbina, presidenta del APA
El último año del que se tienen registros es 2021. Entonces, hubo 90.582 casos de nulidades, separaciones y divorcios, lo que supone un aumento de 13,2 % respecto al año anterior. En España, 2 de cada 1.000 matrimonios acaba roto. Pero, ¿cómo frenar esta sangría?
En el caso del colegio Orvalle han decidido tomar cartas en el asunto y han optado por la formación. Así, surgió el I Congreso La Verdad y Belleza del Matrimonio, que entre mayo y junio del curso pasado tuvo una primera fase dedicada a la parte Teológica del sacramento y que este sábado —hasta diciembre— comenzó una segunda fase centrada en la parte afectivo-sexual.
«Nos sentíamos obligados a hacer algo ante la crisis tan grande del matrimonio y de la familia. Queríamos ayudar a las familias a tener una buena formación en estos aspectos. Pero como no encontrábamos nada que tratara estos dos ámbitos a la vez —el teológico y el afectivo—, pues decidimos hacerlo nosotros mismos. Entonces, hablamos con la dirección del centro, les pareció bien y nos pusimos en marcha», explica Mariví Urbina, presidenta del APA del centro escolar.
Y la respuesta de la gente ha demostrado que, por lo general, «nadie quiere fracasar en una de las cosas más importantes» de la vida. «A la primera fase —impartida por la asociación Persona y Familia— se apuntaron 40 matrimonios de seis colegios diferentes de Madrid, y en esta segunda —desarrollada por el Instituto Desarrollo y Persona de la UFV— otros 40», asegura Urbina, que alaba la alta participación a pesar de ser un congreso formativo exigente. «No se trata de encontrarse un día y ya está, sino que es una formación intensa a lo largo de cinco sesiones».
María García-Echániz, una de las participantes del congreso, reconoce «que es exigente, porque es intenso y son muchas horas de sesiones. Es un nivel elevado, pero a nosotros nos ha hecho entender la realidad del matrimonio, lo que es el matrimonio verdaderamente, y la educación en la fe para nuestros hijos. Veo vital hacer este curso. No es que lo recomiende, es que lo deberíamos hacer todos antes de casarnos, y después de casarnos para seguir profundizando».
Al final, «la idea es tener un conocimiento muy sólido de toda la realidad matrimonial para que así se fortalezca nuestro matrimonio y también para que podamos iluminar a nuestros hijos sobre esta realidad y a nuestros amigos, que les podamos aconsejar, en sus circunstancias más particulares», concluye Mariví Urbina.