Francisco en la fiesta de la Ascensión: «Hoy festejamos la conquista del Cielo»
El Papa, en el Regina caeli, ha pedido que «no nos acostumbremos al conflicto y la violencia» al recordar la crisis en Sudán, que cumple ya un mes
El Papa Francisco ha centrado su catequesis previa al rezo del Regina caeli en explicar la ascensión del Señor, según él mismo ha dicho, una fiesta que puede hacer surgir algunas preguntas: «La primera: ¿por qué celebrar la partida de Jesús de la tierra? Su despedida parecería un momento triste, no algo por lo que estar alegre, ¿por qué celebrar una partida? Primera pregunta. Y una segunda pregunta: ¿qué hace ahora Jesús en el cielo? Por qué celebramos y qué hace Jesús ahora: estas son las dos preguntas».
Para responder a la primera, el Santo Padre ha indicado que celebramos esta fiesta porque Jesús ha llevado nuestra humanidad al Cielo, por primera vez, delante de Dios. «Esa humanidad, que había tomado en la tierra, no se ha quedado aquí. Jesús después de resucitar no era un espíritu. No, no. Tenía el cuerpo humano, en carne y hueso, todo», ha dicho el Papa que este domingo no ha seguido tanto la catequesis escrita y ha añadido varias frases y omitido otras partes de lo que tenía preparado.
Ascendido en humanidad
Jesús ha ascendido a los Cielos en carne y hueso y por eso, el Pontífice ha destacado que lo que este domingo celebramos es «la conquista del Cielo»: «Jesús que vuelve al Padre, pero con nuestra humanidad y así el Cielo es un poco nuestro ya. Jesús ha abierto la puerta y su cuerpo está allí».
Para responder a la segunda pregunta, ¿qué hace Jesús en el Cielo?, el Papa ha indicado que Jesús intercede ante el Padre por nosotros mostrándole sus llegas. Francisco ha compartido con los fieles y peregrinos cómo se imagina esta intercesión: «A mí me gusta pensar que Jesús delante del Padre reza así, haciéndole ver las llagas: “Esto es lo que he sufrido por los hombres, haz algo”. Le hace ver el precio de la redención y el Padre se conmueve, esto es algo que me gusta pensar». Por eso, Jesús no nos ha dejado solos, sino que «está siempre con nosotros, nos mira, está siempre vivo para interceder a nuestro favor», ha concluido el Papa no sin antes subrayar que la intercesión es fundamental y que es una gran ayuda en la fe «saber que alguno le muestra las llagas al Padre e intercede».
Ucrania y Sudán
Tras la oración mariana, Francisco ha pedido estar cerca del pueblo ucraniano y ha recordado el conflicto en Sudán que parece ya olvidado: «Es triste, pero a un mes del estallido de violencia en Sudán la situación sigue siendo grave. Animo al cumplimiento de los acuerdos parciales alcanzados y renuevo un urgente llamamiento para que se depongan las armas. Y pido a la comunidad internacional que no ahorre esfuerzos para hacer prevaler el diálogo y aliviar el sufrimiento de la población. Por favor no nos acostumbremos al conflicto y la violencia, no nos acostumbremos a la guerra».
Inundaciones en Italia
También se ha detenido en Italia para expresar de nuevo su cercanía a las víctimas y damnificados por las inundaciones en la región de Emilia Romagna. Lo ha hecho tras anunciar que este domingo comienza la Semana Laudato Si’ y que esta calamidad demuestra cuán importante es trabajar por el cuidado de la casa común.
Por último, con motivo de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de este año, el Pontífice ha dado las gracias a los comunicadores profesionales por su trabajo y ha deseado que este «sea siempre al servicio de la verdad y el bien común».