Hay mucho más detrás de la foto de una obispa en el C9
Bailey Wells destaca en estas páginas que el plan de Dios no es otro que «hombres y mujeres lideren la sociedad, que sirvan juntos»
Hay mucho más detrás de la foto en la que una obispa anglicana participa en una reunión del Consejo de Cardenales. Esa imagen formará parte de la herencia de un Papa obstinado en «desmasculinizar la Iglesia» y se quedará en anécdota para unos, en rechazo para otros y en aprendizaje para los más avezados. Esta última opción es nuestra favorita. Basta hablar con Jo Bailey Wells para entender su presencia y ampliar horizontes. En estas páginas nos explica cómo fue durante la Segunda Guerra Mundial en Hong Kong cuando Li Tim-Oi se convirtió en la primera mujer sacerdote anglicana porque «era imposible para el sacerdote varón ejercer su papel ya que eran prisioneros de guerra». Tim-Oi aceptó volver a ser laica después del conflicto, para evitar controversias. Pero se abrió aquella brecha. «Es un elemento muy formativo para la Iglesia en su conjunto», nos explica. Y recalca que el plan divino no es más que «hombres y mueres lideren la sociedad, que sirvan juntos». Así lo recalca también el Papa Francisco en el prólogo del libro ¿Desmasculinizar la Iglesia? Comparación crítica sobre los principios de Hans Urs von Balthasar, recientemente publicado en Italia. Lo hace de manera elegante, señalando que la escucha a la mujer no es otra cosa que «escuchar a alguien que ve la realidad desde una perspectiva diferente», lo que lleva «a revisar nuestros planes, nuestras prioridades». Francisco reconoce que esto, en ocasiones, desconcierta a los hombres; «a veces lo que oímos es tan diferente de nuestra forma de pensar que nos parece absurdo y nos sentimos intimidados», expresa. Pero este desconcierto, lejos de ser una batalla, una comparación, una pérdida de poder, «es saludable; nos hace crecer». El foco no está en la lucha por el ministerio sacerdotal, ni siquiera en el debatido diaconado femenino, que nos dará que hablar en esta etapa sinodal, sino en ese crecimiento conjunto, en ese aprendizaje unos de otros. Para que sirvamos juntos.