Española en Marruecos: «Hay mucha gente esperando noticias de sus familiares»

Más de 120 kilómetros separan la ciudad de Esauira y el epicentro del terremoto que, sobre todo, se ha cebado con las localidades de Al Hauz, Marrakech, Uarzazate, Azilal, Chichaoua y Tarudant. Y pese a la distancia, la española Marta González notó con intensidad el seísmo, tal y como explica a Alfa y Omega: «Se empezó a mover la casa y me tuve que tirar al suelo». Explica que se lanzó inmediatamente a la calle una vez terminados esos segundos eternos. «Al principio estaba todo el mundo asustado y desconcertado y luego poco a poco la gente se fue acomodando para pasar la noche», relata. Recogió a su perro y a sus gatos y se marchó a casa de unas amigas en el campo. A la mañana siguiente regresó a la ciudad, donde pudo comprobar que no había grandes desperfectos, aunque sí habían aparecido grietas en algunos edificios. Hay una parroquia en Esauira, pero no parece afectada.

No son los daños materiales los que ahora mismo preocupan a sus vecinos, sino la suerte de muchos familiares en las zonas más golpeadas por el seísmo. «Hay mucha gente que sigue esperando noticias de sus familiares en Marrakech. Hay gente que ha perdido a familiares y amigos. Es una situación bastante triste», lamenta Marta.

La Iglesia en Marruecos se ha activado inmediatamente para intentar paliar, en la medida de lo posible, algo del caos en el que se ha sumido el país tras el terremoto de hace unas horas, el más fuerte jamás sufrido por Marruecos.

Cáritas Rabat en la zona cero

«Hacemos un llamado a la solidaridad, afectiva y efectiva, con quienes se encuentran en dificultad en este momento. A través de Cáritas Diocesana de Rabat queremos transmitir la ayuda que nuestra generosidad conseguirá poner a disposición de las necesidades más urgentes», indica un comunicado de la Iglesia local encabezada por el arzobispo de Rabat, el cardenal español Cristóbal López Romero. La casualidad ha querido que este sábado hubiera programada una reunión de Cáritas de Rabat, que se ha aprovechado para intentar perfilar un plan de actuación. El director de esta Cáritas se desplazará este domingo a la zona cero de la tragedia. Ya están preparando las primeras ayudas de emergencia.

Ofrecer la Misa por los afectados

En la nota, la diócesis de Rabat expresa su pesar y su compasión por las víctimas, por quienes lloran la pérdida de un ser querido o quienes tienen heridos entre sus familiares. «Pensamos también en aquellos que han perdido sus hogares y sus bienes», indican. También confirman que, de momento, no hay ninguna víctima entre las comunidades cristianas y solo se registran ligeros daños materiales en los edificios de las iglesias de Marrakech y Uarzazate.

El cardenal Cristóbal López Romero acudirá a Marrakech para celebrar una Misa por las víctimas. La Iglesia en Marruecos invita a todas las comunidades a rezar por los afectados en todas las celebraciones, así como «a expresar nuestra compasión a las autoridades locales y a organizar la solidaridad».

«Que Dios nos ayude a sacar consecuencias positivas de este doloroso acontecimiento, transformando nuestro corazón en un corazón misericordioso, solidario y tierno hacia nuestros hermanos y hermanas en necesidad», concluye la nota.