¿Hacemos algo contra la trata?

La Iglesia celebra el VII Día Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata el 8 de febrero, coincidiendo con la fiesta de santa Josefina Bakhita. Como subraya Juan Carlos Elizalde, presidente de la Subcomisión Episcopal de Migraciones y Movilidad Humana, ella «es símbolo de África», «del absurdo del racismo», «de las mujeres maltratadas», «de la fe de los pobres, pues su única posesión fue un crucifijo», y «de la reconciliación».

La jornada constituye así una llamada a no permanecer indiferentes a la lacra de la trata, que afecta de manera especial a quienes sufren marginación y carecen de recursos, muchas veces mujeres y menores. El lema de este año, Economía sin trata de personas, es además una invitación a reparar en el marco «en el que esta actividad delictiva y denigrante se desenvuelve», en palabras de María Francisca Sánchez Vara, responsable del tema en la CEE. En un contexto en el que «partes de la humanidad parecen sacrificables en beneficio de una selección que favorece a un sector humano digno de vivir sin límites» (Fratelli tutti, 18), hemos asumido como inevitable que se silencien viejas esclavitudes e incluso que surjan nuevas. ¿Hacemos algo?