Guadix custodia, y renueva, la mejor copia de la Piedad de Miguel Ángel
La imagen ha pasado de ser una copia de una obra clásica a ser una obra de arte contemporánea gracias a la técnica del videomapping. «Lo que hemos intentado es que la talla haga honor a su nombre. Es la madre de Dios, que tiene a su Hijo en brazos, y lo que queremos es mover a la gente a la piedad», subraya Francisco Moya
La capilla de san Torcuato de la catedral de Guadix custodia desde hace casi 25 años la que se considera la mejor copia de la famosa Piedad de Miguel Ángel, situada en el Vaticano. Se trata de una talla escultórica, de 174 cm de altura y 195 cm de ancho, exactamente igual a la original. Ambas, de hecho, están realizadas en mármol blanco de Carrara.
Puro arte clásico, renacentista, que ahora ha dejado de ser una copia para convertirse en una obra de arte en sí misma, eso sí, de arte contemporáneo. La empresa ArtiSplendore, en colaboración con el Cabildo de la catedral de Guadix, le han dado una nueva piel a través de un innovador videomapping, que ha convertido a la Piedad de Guadix en «un magnífico exponente del arte sacro del siglo XXI», describe Francisco Moya, CEO de ArtiSplendore.
El videomapping, que tiene una duración aproximada de cinco minutos y que se proyecta sobre la imagen cada media hora, realiza un juego de luces y sonidos en el que se explica la transformación histórica de la obra y permite observarla con una sorprendente policromía.
Más allá de resaltar los aspectos técnicos o artísticos, «lo que hemos intentado aplicando esta tecnología es que la talla haga honor a su nombre. Es la madre de Dios, que tiene a su Hijo en brazos, y lo que queremos es mover a la gente a la piedad», subraya Moya.
La primera referencia que se tiene de la Piedad de Guadix data de 1931, año en el que obtuvo el primer premio de escultura en el Salón del Arte de Bolonia (Italia). En esa misma fecha, la pieza fue adquirida por el cónsul de España en Bolonia, Manuel Martínez-Carrasco, para que presidiera la capilla del enterramiento de su madre, llamada Piedad.
El primer emplazamiento de la imagen fue el convento de Santiago, y allí permaneció hasta que fue parcialmente destruida durante la Guerra Civil. Sus restos quedaron amontonados en un lateral del templo hasta que en 2001 la escultora Mª Ángeles Lázaro realizó una reposición íntegra y configuró la talla actual.
The Mystery Man
A partir del 25 de marzo, la catedral de Guadix acogerá también la exposición The Mystery Man, cuyo principal reclamo es una figura hiperrealista del cuerpo de Jesús durante la Pasión. «Con esta nueva sede, el Hijo visita a su madre, la piedad», afirma Francisco Moya, CEO de ArtiSplendore.
La muestra permanecerá en la catedral de Salamanca, su primera sede, todavía unos días más, hasta el 15 de marzo y, posteriormente, se podrá ver en Guadix. Los responsables de la exposición tienen pensado llevarse a su Jesús de Nazaret al extranjero.