Guadalupe se convierte en la Virgen de todos - Alfa y Omega

Guadalupe se convierte en la Virgen de todos

Antaño, el arzobispo de Toledo celebraba siempre la Misa de Nuestra Señora de Guadalupe. Ahora, su presidencia rotará con la de las diócesis extremeñas. El cambio facilitará la asistencia de autoridades civiles

Rodrigo Moreno Quicios
Francisco Cerro frente a la imagen de la Virgen dentro del monasterio
Francisco Cerro frente a la imagen de la Virgen dentro del monasterio. Foto: Arzobispado de Toledo.

«El 8 de septiembre no solo se celebra la fiesta mariana de la Natividad de la Virgen, también tiene lugar la celebración regional del día de Extremadura. Nos ha parecido muy acertado escuchar la voz de los otros pastores extremeños y hacer que sus feligreses puedan escucharles cuando llega la celebración en torno a su patrona, la Virgen de Guadalupe», explica a Alfa y Omega Francisco Cerro, arzobispo de Toledo. Debido a diferentes motivos históricos, aunque el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe se encuentre en la provincia de Cáceres, corresponde a este prelado su jurisdicción eclesiástica. Hasta ahora era el encargado de celebrar la Eucaristía en este santuario durante su fiesta patronal, pero como revela, «mi obispo auxiliar y yo hemos visto oportuno», después de recibir «una petición de la provincia eclesiástica de Mérida-Badajoz», que cada 8 de septiembre rote la presidencia de esta Misa entre las diócesis de Toledo, la de Mérida-Badajoz, la de Coria-Cáceres y la de Plasencia. En definitiva, todas «las que tenemos territorio diocesano en tierras extremeñas», dice Cerro.

«Siempre ha habido máxima colaboración con don Francisco y los obispos extremeños estamos como en casa»
Celso Morga
Arzobispo de Mérida-Badajoz

Celso Morga, el arzobispo de Mérida-Badajoz, será quien lo haga este 2024. En conversación con este semanario revela que, gracias al cambio, «a la Misa solemne de este año asistirán las autoridades civiles de aquí». Una presencia que subrayará el carácter patronal de Nuestra Señora de Guadalupe y que «no habría sido posible sin Francisco Cerro».

Uno de los factores que explican la decisión del arzobispo de Toledo es que es oriundo de Malpartida de Cáceres y que, como él mismo explica, sea «extremeño por los cuatro costados». Aunque matiza ser «también católico y universal, como enseña el Evangelio y la Iglesia». «Tengo en mi escudo espicopal a la Virgen de Guadalupe», recuerda, pero sobre todo «la llevo siempre en mi corazón». Por tanto, el vínculo con la tierra y el conocimiento de «las reivindicaciones de todas las partes» le han empujado a esta solución que «ayuda a tender puentes» entre todos.

Peregrinos de toda España acuden al santuario
Peregrinos de toda España acuden al santuario. Foto: Arzobispado de Toledo.

Por su parte, el arzobispo de Mérida-Badajoz reivindica la «máxima colaboración y puertas abiertas» que siempre ha percibido entre las diócesis extremeñas y la toledana. «Los obispos extremeños estamos en Guadalupe como en casa», dice entre risas. Y, lejos de entenderla como un obstáculo, Francisco Cerro considera que la falta de coincidencia entre las circunscripciones civiles con las eclesiásticas «ofrece una ocasión para colaborar» entre sus pastores, por ejemplo, organizando actividades conjuntas con las «casi 30 parroquias» dependientes de los tres arciprestazgos de Toledo en Extremadura.

Nuevos lazos con México

Aparte de la presidencia rotativa el 8 de septiembre, los diferentes obispos celebrarán Misa en el santuario los días alrededor de esta fecha. Para este año 2024, el reparto ha quedado así: el próximo 5 de septiembre lo hará Ernesto Jesús Brotóns, obispo de Plasencia; el 6 de septiembre, día propiamente de la fiesta litúrgica, será Francisco Cerro, y el día 7 presidirá Jesús Pulido, obispo de Coria-Cáceres.

Aunque el monasterio extremeño comparte nombre con la célebre basílica de México, estos dos santuarios están consagrados a dos advocaciones marianas diferentes. Celso Morga explica que, como «los evangelizadores que fueron a México eran franciscanos que salieron de Extremadura», los indígenas conocieron a María con la denominación que les presentaron aquellos españoles, y así se refirieron a ella más tarde, cuando la Virgen se apareció a Juan Diego en 1531. En este sentido, aparte del gesto que acerca a Toledo con las diócesis extremeñas, este 2024 también ha estado caracterizado por la firma de un hermanamiento con la basílica mexicana en el que, como detalla Francisco Cerro, «nos comprometemos a que las fiestas del 6 de septiembre y del 12 de diciembre se celebren tanto en la Guadalupe de México como en la de España».