Gran Bretaña, 16-19 de septiembre: ¿El viaje más difícil del Papa? - Alfa y Omega

Gran Bretaña, 16-19 de septiembre: ¿El viaje más difícil del Papa?

La BBC ha creado un ambiente enrarecido para recibir al Papa. El cardenal Newman es presentado como un homosexual que intentó salir del armario, y se preparan debates, en los que representantes católicos deberán comparecer ante un coro de acusadores, entre los que habrá abortistas, partidarios del sacerdocio femenino, islamistas, laicistas… Pero este viaje ofrece también una oportunidad histórica a la Iglesia: hace mucho tiempo que la sociedad británica no está tan pendiente de las palabras de un Papa

Jesús Colina. Roma

Un día antes de que Benedicto XVI pise tierras escocesas para emprender su peregrinación apostólica a Gran Bretaña, el canal público BBC2 emitirá un documental sobre abusos sexuales cometidos por clérigos católicos. Con el título Benedicto: Tribulaciones de un Papa, el programa ha sido realizado por Mark Dowd, activista homosexual y antiguo fraile dominico.

No es más que un ejemplo de las dificultades que deberá afrontar el Papa en su decimoséptimo viaje internacional, que del 16 al 19 de septiembre le llevará por Edimburgo, Glasgow, Londres y Birmingham. Dowd está también detrás de un programa que, bajo el título de Las divisiones del Papa, debería emitir hoy la emisora Radio 4 de la BBC. Varios expertos en información religiosa no han dudado en calificar este viaje como el más difícil del pontificado.

En todo caso, esas hostilidades dejan bien claro que Benedicto XVI no viaja a Gran Bretaña a hacer turismo. En realidad, responde a una invitación de la reina Isabel, que en su día le comunicó el Gobierno británico. Sin embargo, los canales de la BBC siguen soliviantando a la opinión pública con sondeos sobre si su dinero (dinero público) debería destinarse o no a financiar la seguridad de la Visita papal. ¿Quién debería pagar entonces a la policía para proteger al invitado?

Intento de mancillar a Newman

Mark Thompson, director general de la British Broadcasting Corporation, estuvo el pasado mes de febrero en Roma para preparar la cobertura de la Visita papal y negó rotundamente que la BBC tenga animadversión a la Iglesia católica. Hasta ahora, sin embargo, los hechos cuestionan esa afirmación. El programa más importante que la corporación pública ha emitido hasta ahora para preparar la visita papal ha sido un docu-drama de la BBC Radio 4, Gerontius. El papel de Newman fue interpretado por el conocido actor Derek Jacobi. Ahora bien, el documental no se centraba ni en la vida ni en las importantes obras teológicas de ese cardenal. El argumento central fue la gran amistad de Newman con fray Ambrose Saint John, su colaborador, con quien pidió ser enterrado. Los activistas homosexuales han tratado de presentar al cardenal, por ello, como homosexual, ignorando que, tanto su heterosexualidad como su vocación por el celibato quedan meridianamente claras en cualquiera de sus biografías, gracias a los múltiples escritos y a las más de 20 mil cartas que dejó escritas Newman.

En el docu-drama de la BBC, en medio de un diálogo melodramático entre Newman y su ángel de la guarda, se escucha una voz masculina joven que declara: «¡La Iglesia católica romana es homofóba!» Rayando lo ridículo, el programa interpretaba el lema de vida de Newman, De las sombras a la verdad, como un código encubierto de su deseo de salir del armario.

El cardenal Keith O’Brien, arzobispo escocés de Saint Andrews y Edimburgo, recordaba hace poco que el director general de la BBC —Thompson— ha admitido que la corporación imprimió a sus contenidos un sesgo anticatólico en el pasado. A juicio del purpurado, sin embargo, el problema persiste. Se ha dado una reducción de un 15 % en los últimos 20 años de los programas religiosos en la BBC, y «nuestra investigación sobre la cobertura informativa de la BBC sobre el cristianismo en general, y sobre el catolicismo en particular, ha revelado un importante sesgo institucional anticatólico. Antiguos responsables de información han admitido que una mentalidad radicalmente secularizada y socialmente liberal ha penetrado en sus oficinas».

El cardenal O’Brien se ha unido a las peticiones de la Iglesia de Inglaterra para que la BBC nombre a un responsable de redacción de religión que garantice una cobertura profesional. Un portavoz de la BBC ha respondido que «el compromiso de la BBC con la programación religiosa es inequívoco», y afirma que el programa de Mark Dowd no es tan importante, pues habrá otros que se emitirán con el Papa presente en suelo británico. Alfa y Omega ha podido saber, por medio de alguno de los invitados a esos programas de debate, que la presencia católica será limitada y en contraposición a militantes homosexuales, partidarios del sacerdocio femenino o representantes de grupos islámicos.

Todo ello hace pensar que posiblemente el viaje del Papa a Gran Bretaña sea el más difícil de su pontificado, aunque hay que reconocer que otras visitas eran quizá más espinosas todavía. Benedicto XVI visitó Turquía tras una campaña mundial de exponentes islamistas; Tierra Santa, en plena crisis israelo-palestina; y Estados Unidos, en medio de escándalos sexuales de clérigos, revelados a bombo y platillo. Pero curiosamente, tanto ataque a la Iglesia católica y al Papa por parte de la BBC podría tener un efecto colateral inesperado: nunca en la Historia reciente, los británicos se habían interesado tanto por el magisterio del Papa.