Paco Arango: «Gracias a los niños con cáncer, aprecio los árboles. He levantado la mirada» - Alfa y Omega

Paco Arango: «Gracias a los niños con cáncer, aprecio los árboles. He levantado la mirada»

Redacción
Foto: Juan José Úbeda

El argumento de la película gira en torno a cómo el contacto con los niños con cáncer puede cambiar para bien la vida de una persona, incluso de alguien muy perdido. ¿Es su propia experiencia? ¿Cómo ha vivido eso en su propia vida?
Es verdad que para mi fue una transformación. Hace 16 años comencé mi voluntariado y lentamente mi vida, mis metas y mi forma de ver las cosas fue cambiando. Ahora todo es distinto. Esto niños, estos ángeles, te ayudan a mirar la vida con más amor, con más ternura. Ahora siempre digo que gracias a ellos aprecio los árboles. Es decir, he levantado la mirada.

En la película, la esperanza tiene un aliado extra, un poder mágico o sobrenatural. Pero, ¿qué ocurre en la vida real? ¿Cómo viven estos niños y sus familias la esperanza?
Viven el día a día como nadie más sabe. No hay un lunes ni un sábado, hay un hoy, un ahora. Siempre les digo a las familias que no hagan quinielas, y si las hacen que sean positivas. El optimismo es importante; a menudo pueden ver las cosas de color gris. Toda esta lucha es un camino largo y hay altibajos, pero milagrosamente sobresale el amor y la unidad de la familia para superar la enfermedad.

Más allá del voluntariado, Aladina ha puesto en marcha –y seguirá con lo recaudado con esta película– muchos proyectos en el Niño Jesús y otros hospitales públicos. ¿Qué lugar juega la sociedad civil en este ámbito, que para muchos depende (y se exige) solo de los poderes públicos?
Es una buena pregunta por que hay mucho que hacer. Todos debemos hacer más, podemos hacer más. Lo que sí pediría al Gobierno son más incentivos fiscales a la donación. Aladina acaba de hacer la nueva UCI infantil del hospital público Niño Jesús. Puede parecer ilógico que una fundación se ocupe de este gasto, pero si no hay dinero, ¿por qué no hacerlo?

Usted está familiarizado con el tema, pero ¿qué ha supuesto para el euipo rodar Lo que de verdad importa?
Poco a poco iban conociendo más y más la causa, y también todo lo que yo hacía. Fue muy especial, sobre todo porque hice un donativo importante al hospital de niños oncológicos de Halifax y todo la región supo de ello. Noté el cariño de la gente mientras rodaba. El nombre que le puse al personaje de la niña, «Abigail», fue en recuerdo de una niña de 18 años que precisamente falleció en ese hospital.