Gentes: Natalia Sanmartín, autora de El despertar de la señorita Prim (en Mundo Cristiano) - Alfa y Omega

La educación se ha teñido de un afán excesivo por la tecnología, cuando la tecnología es únicamente un medio. Al mismo tiempo, hemos simplificado lo que enseñamos a los niños hasta el absurdo, con unos libros de texto pueriles que, a veces, parecen minusvalorar la inteligencia del alumno. A ello, se añade el afán de aplicar categorías de corrección política a la educación, en vez de formar en la búsqueda de la verdad, que es la única razón verdaderamente válida para educar.