Gentes: Julián Carrón, presidente de Comunión y Liberación (en La Repubblica)
Los políticos católicos, por desgracia, parecen estar más definidos, muchas veces, por su alineación política que por la autoconciencia de su experiencia eclesial y por el deseo del bien común. Sin la experiencia de una positividad real, capaz de abrazar todo y a todos, no es posible volver a empezar. Éste es el testimonio que todos los cristianos, empezando por los que están más implicados en política, están llamados a dar: afirmar el bien común por encima de cualquier interés partidista.
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