Gentes: Aurora Pimentel, consultora y escritora (en Adiciones)
En las colectas de Misa, los asistentes en su mayoría seguimos dando moneditas, centimillos a veces, que rebuscamos con esfuerzo entre los bolsillos y los monederos. Parece que en nuestros bolsos jamás llevamos billetes, algo chocante. Quizás no esté de más reconocer que es que somos bastante agarrados. Hasta el dinero que damos a los niños para chuches suele ser bastante más que el que se da en las colectas dominicales.
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