Galicia no pierde la esperanza de ver al Papa en Compostela en 2022

El Papa Francisco ha recibido este lunes en el Palacio Apostólico del Vaticano al arzobispo de Santiago, Julián Barrio, y al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que le han vuelto a reiterar su invitación a visitar la tumba del Apóstol Santiago con motivo del Año Santo Compostelano que, por la pandemia, se extenderá también a 2022.

«Espero ver al Papa peregrinando en el año 2022. Sería, sin duda, la mejor noticia que nos pueda llegar a los gallegos. Pero estas decisiones le corresponden al Santo Padre y, por supuesto, la información al respecto le corresponde a la Iglesia», ha confesado el presidente gallego a los periodistas tras la reunión, según informa Europa Press.

Por su parte, Barrio ha dicho que mantiene la «esperanza» de que el viaje papal se puede producir y Francisco siga así la estela de sus predecesores, Juan Pablo II y Benedicto XVI. «Me gustaría que viniera. Lo vivimos con esperanza», ha reiterado.

Al margen de la invitación, el presidente gallego ha trasladado al Pontífice que, con el avance de la vacunación en la región, «peregrinar a Galicia y hacer el Camino de Santiago es seguro». En este sentido, ha recordado que en el año antes de la pandemia, en 2019, se batió el récord de peregrinación en Galicia, «con más de 150.000 peregrinos que acreditaron entrar en los últimos 100 kilómetros andando».

Más de 5.000 peregrinos en 2021

Y ha añadido: «El número de peregrinos que ha entrado en Galicia este fin de semana ya ha superado los meses de enero, febrero y marzo juntos. En los diez primeros días de junio, el número de peregrinos es superior a todo el mes de mayo. Estamos ya en los más de 5.000 peregrinos. Y el último fin de semana hemos tenido 650 peregrinos cada día».

En el intercambio de obsequios, Feijóo ha regalado al Papa una concha de bronce, adaptada para su uso como pisapapeles, y un libro de arquitectura de los pazos y jardines gallegos. Por su parte, el arzobispo compostelano le ha entregado la medalla del Año Santo, un libro sobre la catedral y una caja de chocolates artesanales.